Por Guillermo Villalobos M.
En noviembre de 2022 el gobierno nacional presentó su Plan Plurinacional de Respuesta Inmediata a la Sequía (PPRIS) para las gestiones 2022 y 2023. El PPRIS surgió como un instrumento para prestar una “adecuada y oportuna atención” a este tipo de evento adverso, así como coadyuvar con la preparación, alerta, respuesta y rehabilitación de los actores involucrados, contribuyendo así a mejorar las condiciones de resiliencia del Estado Plurinacional de Bolivia a la presencia de desastres por sequías. De esta forma, este Plan se presentaba como parte de una respuesta al complejo escenario que atravesaba el país por la sequía y demás fenómenos adversos (fundamentalmente inundaciones).
El mes siguiente en que se elaboró dicho Plan, el Reporte Nacional de Sequías elaborado por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) señalaba que las siete macrorregiones en que se dividen el país presentaban un índice combinado de sequía1 entre débil a severo.2 Asimismo, diecisiete cuencas a nivel nacional se encontrasen con sequía moderada a severa y once embalses con nivel de volumen muy bajos. Al igual que valores de humedad de suelo extremadamente secos en gran parte de las macrorregiones y un Índices de Salud de Vegetación entre pésimas, muy malas y malas3.
Bolivia: Reporte Nacional de Sequía, diciembre 2022

No obstante, este escenario no se limitó solo al año 2022; más al contrario, fue un suceso que se fue desarrollándo años antes y con una relativa previsibilidad. Los datos del Monitor de Sequías del Senamhi evidencian como las condiciones climáticas precedentes de la sequía comenzaron a gestarse desde mediados de 2019. Condición que fue agravada por una presencia prolongada del fenómeno de La Niña en la región4.
Bolivia: Serie de tiempo sequía (2007-2023)

Desde entonces las condiciones adversas se fueron acrecentando. Los distintos reportes del Senamhi de 2020 y 2021 evidencian como los indicadores combinados de sequía fueron agravándose en diferentes magnitudes (predominantemente débil y moderado) según las distintas macrorregiones del país; situación que fue evolucionando hasta llegar a los índices de 2022. De manera que, para finales del año pasado, los departamentos de Santa Cruz, Oruro y Chuquisaca registraron las cifras más bajas de precipitación pluvial de la última década, y La Paz, Cochabamba y Tarija se situaron cerca de sus peores años registrados el 20205.
Actualmente la intensidad de la sequía está en un nuevo repunte. El más reciente Reporte Nacional de Sequía señala que durante el mes de septiembre gran parte de las macrorregiones del país poseían un índice combinado de sequía entre débil y moderado, y un índice severo en la región Altiplánica y parte de los Valles. Trece cuencas se identificaron con presencia de sequía moderada a severa y nueve embalses con niveles de volumen bajos y muy bajos en todo el país. Mientras que, en base al Índice de Déficit de Agua en el Suelo6, el Boletín Agroclimático identifica condiciones de suelo seco en seis de las siete macrorregiones del país y una condición de salud vegetal poco alentadora.
Bolivia: Índices de Salud de Vegetación e Índice de Déficit de Agua en el Suelo, septiembre 2023

El Plan Plurinacional de Respuesta Inmediata a la Sequía 2022-2023
Como mencionamos, el PPRIS tiene como principal objetivo reducir y enfrentar los efectos del fenómeno de la sequía y facilitar la asistencia humanitaria a la población afectada, por medio de la programación y articulación de actividades en el marco del Sistema Nacional para la Reducción de Riesgos y Atención de Desastres y/o Emergencias (SISRADE) en sus niveles nacional, departamental, municipal y territorios indígenas originarios campesinos.
El PPRIS recién se puso en marcha a partir de diciembre de 2022 y con miras a la gestión 2023. Esto debido a que fue elaborado en función a un escenario de riesgo probable, tomando como referencia el trimestre entre diciembre de 2022 y enero y febrero de 2023, por ser los más representativos en términos de volumen de precipitación. Pero ¿De qué consta este plan? ¿Cómo pretende afrontar la situación de la sequía? ¿Cuánto material, financiamiento y soporte institucional posee?
Básicamente el PPRIS consiste de cuatro estrategias de acción: de preparación, para garantizar agua, de respuesta y de rehabilitación7. Estas acciones se toman en función a dos procesos: por un lado, de Monitoreo y Alerta y, por otro lado, de Atención y Respuesta. Cabe recalcar que, según el mismo PPRIS, en el país aún no se dispone de un Sistema Consolidado de Alerta Temprana de Sequía y, por lo mismo, se debe operar tan sólo en base a planes de contingencias preparados y actualizados en cada región.
Los procesos de Atención y Respuesta se desarrollan a nivel municipal, departamental y nacional, activando para ello los Comités de Operaciones de Emergencias (COE) y los Planes de Contingencias correspondientes a cada nivel institucional. A nivel del COE Nacional, existen diferentes mesas o comisiones sectoriales, siendo las más relevantes: Alimentación y seguridad alimentaria; salud; agua y saneamiento; y finalmente infraestructura y recuperación productiva.
Mesas sectoriales del Plan Plurinacional de Respuesta Inmediata a la Sequía
| Mesa sectorial | Objetivo | Acciones/Actividades principales |
| Alimentación y seguridad alimentaria | Proporcionar asistencia alimentaria focalizada a la población vulnerable afectada por las sequías | -Cubrir necesidades alimentarias por un periodo de 1 a 10 días (1° fase) o 10 a 60 días (2° fase) con raciones alimenticias de: harina, arroz, una leguminosa (lenteja o frijol), aceite y sal, en función de 1.620 kcal/persona/día. |
| Salud | Auxiliar a la población afectada proporcionando atención prehospitalaria y hospitalaria | -Instalación del COE´s interhospitalario y hospitalario local -Envío de suministros médicos al área de atención -Movilización del personal médico |
| Agua y saneamiento | Crear condiciones de seguridad a la población afectada a través de acciones relacionadas con el agua y saneamiento | AGUA POTABLE -Dotar a las familias damnificadas agua apta para consumo humano, mediante el empleo de cisternas contratadas (30 días) -Dotar a las familias damnificadas turriles de plástico y bidones de 20 litros, para el almacenamientode agua para consumo humano -Dotar a las familias damnificadas filtros de agua y pastillas potabilizadoras -Dotar a los municipios damnificados tanques de 1200Lts. y 5m3 para el almacenamiento de agua para consumo humano -Perforación y rehabilitación de pozos AGUA PARA RIEGO -Distribución de agua a través de alquiler de cisternas de 15 m3 -Dotación tanques flexibles de 20 m3 y politubos de 2” para el almacenamiento del agua -Construcción de pequeños atajados de 120 m3 a través de alquiler de equipo y maquinaria hora y la provisión deGeomembranas -Perforación y rehabilitación de pozos y dotación equipos generadores |
| Infraestructura y recuperación productiva | Prever, atenuar y recuperar las áreas productivas agropecuarias | -Formular y supervisar el Plan de Contingencias y Rehabilitación Agropecuaria en coordinación con instancias departamentales, municipales y comunales-Promover acciones de prevención -Promover el uso adecuado de los productos veterinarios y agroquímicos -Provisión insumos agrícolas (semillas, plantines y fertilizantes) -Provisión insumos pecuarios (forrajes y alimentos balanceados) -Servicio de perforación de pozos -Provisión de material y construcción de almacenamiento, transporte y distribución de agua para consumo humano y ganado (atajados, apertura de canales, bebederos 300 lt y tanques de almacenamiento de hasta 5 mil lt) -Impulsar la construcción de obras de infraestructura básica productiva rural o rehabilitar y/o mejorar las existentes (silos de almacenamiento, silos de ensilaje de forraje, trojes, etc.) |
Según la especificación, estas mesas sectoriales están operadas por comisiones institucionales conformadas por: el Viceministerio de Defensa Civil (VIDECI), el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), el Ministerio de Salud y Deportes (MSyD) y Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA) a través del Viceministerio de Agua Potable y Saneamiento Básico (VAPSB) y el Viceministerio de Recursos Hídricos y Riego (VRHR).
Para su ejecución, el PPRIS tiene previsto un presupuesto total de 122.817.872 bolivianos, fundamentalmente destinado a acciones de respuesta inmediata y de corto plazo. La mitad de este presupuesto está asignado a la perforación de pozos y a la dotación de tanques de almacenamiento. Siendo más específicos, el 32% del total del presupuesto está destinado a la perforación, rehabilitación, equipamiento e implementación de pozos8. Mientras que un 20% está destinado a la compra de tanques de almacenamiento de 1.200 hasta 20.000 lt9.
Para contrastar, el monto destinado para el PPRIS representa apenas el 2,8% del presupuesto para el sector de defensa en 2023 o el 4,9% del presupuesto para el sector de desarrollo rural y tierras y 5,2% del sector medio ambiente, según lo estipulado en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2023 aprobado en la gestión anterior10.
Presupuesto general del Plan Plurinacional de Respuesta Inmediata a la Sequía

¿Un plan de emergencia para afrontar una nueva realidad de sequía persistente?
Como vimos, el PPRIS está pensado justamente como una respuesta rápida a una situación escalonada de emergencia y desastre producto de la sequía. Sin lugar a duda es fundamental contar con un plan de respuesta y contingencia para emergencia y desastres producto de fenómenos naturales adversos. El PPRIS, más allá de sus limitaciones económicas y conceptuales, se constituye en un paso importante hacia esa dirección.
El punto cardinal de la problemática de la sequía en Bolivia es que ya no se lo puede reducir a un fenómeno natural adverso e imprevisto. La sequía a nivel nacional no es un hecho aislado y repentino, sino una nueva condición con un desarrollo temporal prolongado. El mismo PPRIS reconoce esta situación cuando señala que la sequía se constituye como el evento extremo de mayor recurrencia en el país. Los mismos datos del Senamhi y del Instituto Nacional de Estadística (INE) evidencian como durante las últimas décadas el nivel de recurrencia de los eventos de sequías fue en aumento.
Bolivia: Número de eventos de sequía por año, 2006 a 2022

De igual manera, un estudio reciente elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés) en colaboración con la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra evidencia una alta vulnerabilidad histórica del país frente a las sequías. Según este estudio, las sequías ocupan el tercer lugar en la cantidad total de eventos adversos registrados entre 2002 y 2017; pero es el primero en acumulación de familias afectadas y damnificadas, representado el 28% del total durante ese periodo. Asimismo, la sequía fue la principal causa de pérdida de cabezas de ganado y la tercera causa de pérdida de hectáreas cultivadas durante ese mismo periodo. Así pues, según sus estimaciones, hasta un 12.5% de la superficie del país y 4.7% de la población estarían altamente amenazadas por sequías.
Es por ello que las constantes sequías que arremeten al país ya no pueden ser conceptualizadas simplemente como un fenómeno adverso que puede ser abordado como una emergencia. La nueva realidad del país nos condiciona a escenarios de sequía más recurrentes y persistentes y, por lo mismo, necesariamente llama a tener un enfoque más holístico al respecto.
En este sentido, no se trata sólo de perforar pozos, construir atajados o dotar tanques y llenados con cisternas (sin que se tome en cuenta las valoraciones del estado de los acuíferos, la situación de recarga o las eminentes sobrecargas). Por el contrario, se trata de construir políticas públicas integrales y de largo aliento direccionadas a lograr una mayor resiliencia de nuestros sistemas productivos, económicos y sociales.
Pero también se trata de generar un nuevo paradigma en torno al agua y los ecosistemas que lo crean. Donde el valor no monetario del agua, de los ríos y de los bosques estén por encima de indicadores de crecimiento económico y la ganancia.
Esto implica necesariamente desligarnos y cambiar los modelos productivos y de desarrollo dominantes. Existe una correlación directa entre la sequía, la deforestación y los incendios11. Es imposible contrarrestar la sequía si no se abordan y reducen los niveles de deforestación e incendios que año tras año embaten el país y por el cual Bolivia logra cada vez un reconocimiento internacional12.
Mientras el sistema económico, social y político nacional esté empecinado a seguir fomentando un modelo de desarrollo basado en la expansión agropecuaria, la deforestación, las quemas y el extractivismo en general, el país seguirá afrontando sequías cada vez más severas. Por ello, la idea de afrontar la situación actual de la sequía con un plan de emergencia es equiparable a querer curar una enfermedad crónica recetando apenas un analgésico.
Imagen destacada: Ganado buscando agua en el río Machareti en el Chaco chuquisaqueño, el mismo que se encuentra en un punto máximo de estiaje luego de tres años consecutivos de sequías e incendios forestales.
- El índice combinado de sequía en cual se basa los reportes del Senamhi consta de una combinación ponderada de cuatro diferentes índices: uno meteorológico, uno hidrológico y dos agrícolas. Esta combinación permite clasificar la sequía en cuatro niveles de severidad: Nivel 1. Más seco de lo normal, Nivel 2. Sequía moderada, Nivel 3. Sequía severa y Nivel 4. Sequía extrema. Véase: http://monitorsequias.senamhi.gob.bo/#/about/faq ↩︎
- Donde las macrorregiones de Altiplano, Valles, Yungas-Chapare, Chaco presentaban un índice de sequía entre débil y severo, y las macrorregiones de la Chiquitania, Llanuras-Sabanas y Amazonía poseían un índice de sequía entre débil y moderado. ↩︎
- El Índice de Salud de la Vegetación (VHI por siglas en inglés) básicamente es un indicador que identifica la severidad de una sequía en base a la salud de la vegetación, así como la influencia de la temperatura en las condiciones vegetales. Vésae: https://senamhi.gob.bo/agromet/boletines_agrometeorologia/boletines_Agroclimatico/mensual_2023/10%20BOLET%C3%ADN_AGROCLIM%C3%A1TICO_OCTUBRE_2023.pdf ↩︎
- El Niño-Oscilación del Sur (ENSO por sus siglas en inglés) es una oscilación periódica del sistema oceánico-atmosférico del Pacifico tropical que rompe las condiciones normales de temperatura oceánica generado dos fases climáticas opuestos: la fase positiva más cálida (El Niño) y la fase negativa más fría (La Niña). Estas oscilaciones se presentan normalmente cada dos a siete años, ocurriendo de forma irregular y tienen una duración de unos meses hasta varios años. El hecho de que se tuvo un periodo extendido de La Niña, acentuó las condiciones para generar una sequía en la parte occidental del país, pero –por efecto del llamado “monzón latinoamericano”- generar inundaciones en la parte oriental. Véase: https://oceanservice.noaa.gov/facts/ninonina.html; https://nhess.copernicus.org/articles/21/995/2021/, https://www.dw.com/es/la-ni%C3%B1a-est%C3%A1-de-vuelta-c%C3%B3mo-afectar%C3%A1-a-am%C3%A9rica-latina/a-59541921; https://ftierra.org/index.php/tema/medio-ambiente/1103-dos-factores-explican-la-concentracion-de-lluvias-en-pocos-meses ↩︎
- Véase: https://ftierra.org/index.php/tema/medio-ambiente/1103-dos-factores-explican-la-concentracion-de-lluvias-en-pocos-meses?fbclid=IwAR3c1B6_YtOUSKaBfqOVq1GwqMQ19UVgWRiYMrH7j_eK3a9rkie3DDRw1K8 ↩︎
- El Índice de Déficit de Agua en el Suelo (SWDI por sus siglas en inglés) es un indicador que estima el valor del contenido del agua disponible en el suelo. Para septiembre de este año, gran parte de las regiones que conforman el Altiplano, Valles y Yungas-Chapare presentan un SWDI muy seco y extremadamente seco. Vésae: https://senamhi.gob.bo/agromet/boletines_agrometeorologia/boletines_Agroclimatico/mensual_2023/10%20BOLET%C3%ADN_AGROCLIM%C3%A1TICO_OCTUBRE_2023.pdf ↩︎
- Las Acciones de Preparación están direccionadas a organizar y prevenir medidas y acciones para la atención de desastres y/o emergencias por el nivel central del estado. Las Acciones para Garantizar Agua buscan diseñar y garantizar en una emergencia un abastecimiento mínimo de agua para consumo humano, seguido de habilitar accesos hídricos para animales en área rural, riego y mantener el equilibrio productivo. Por otro lado, las Acciones de Respuesta responden a dos escenarios: ocurrencia grave (de respuesta inmediata) y de ocurrencia lenta o gradual (de respuesta relativa), las mismas que se operatividad según declaratorias de emergencia o desastre a fin de movilizar equipos operativos, materiales y suministros. Por último, las Acciones de Rehabilitación están direccionados al restablecimiento de servicios básicos, de los medios de vida de la población afectada, de acceso vial y reparación de daños producto de la emergencia o desastre. ↩︎
- Donde 13.066.240 Bs son para perforación de 95 pozos, 1.400.000 Bs para rehabilitación de 20 pozos y 24.965.283 Bs son para implementación y equipamiento de pozos; haciendo un total de Bs 39.431.523 están destinados exclusivamente a pozos ↩︎
- En total el presupuesto para compra de tanques de almacenamiento haciende a 24.909.578 Bs ↩︎
- Según el PGE 2023, el presupuesto asignado para defensa, desarrollo rural y tierras y medio ambiente es de Bs 4.401.000.000, Bs 2.457.500.000 y Bs 2.342.100.000 respectivamente. Véase: https://www.economiayfinanzas.gob.bo/sites/default/files/2023-07/PRESUPUESTO_CIUDADANO_2023.pdf ↩︎
- Véase: https://ftierra.org/index.php/tema/medio-ambiente/1103-dos-factores-explican-la-concentracion-de-lluvias-en-pocos-meses; https://ftierra.org/index.php/publicacion/documentos-de-trabajo/attachment/245/52 y https://fundacionsolon.org/wp-content/uploads/2021/08/tunupa-117-focos-de-calor.pdf ↩︎
- Véase: https://fundacionsolon.org/2022/03/23/bosques-sin-metas-claras-para-reducir-la-deforestacion/, https://ftierra.org/index.php/opinion-y-analisis/1141-una-vez-mas-bolivia-ocupa-tercer-lugar-en-deforestacion y https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20231027-incendios-forestales-sumen-en-tinieblas-a-la-ciudad-m%C3%A1s-poblada-de-bolivia ↩︎


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