por Pablo Solón
Fue una gran alegría que el pasado 25 de septiembre los gobiernos de 193 países aprobaran en las Naciones Unidas el Objetivo de Desarrollo Sostenible 15.2 que plantea “poner fin a la deforestación” para el 2020. Por fin una medida concreta y urgente, ya que cada año se queman en el mundo 13 millones de hectáreas de bosques que generan alrededor de un 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, tres meses más tarde en la COP21, los mismos gobiernos no incluyeron esa meta en el Acuerdo de París y los países con más altos índices de deforestación como Brasil, Indonesia, Myanmar, Nigeria, Tanzania, Paraguay, Argentina y Bolivia en sus contribuciones para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, no se comprometieron “a poner fin a la deforestación” para el 2020. A lo mucho que llegaron países como Brasil y Bolivia, fue a plantear la eliminación de la deforestación “ilegal” para el 2020. Continúa leyendo ¿Los bosques correrán la misma suerte que el lago Poopó?