La palma africana o palma aceitera (Elaeis guineensis) es originaria del golfo de Guinea, África. Actualmente la palma africana se ha extendido por diferentes países y la producción mundial ha alcanzado la cifra de 79 millones de toneladas (Tm), siendo Indonesia y Malasia, los dos países que concentran el 83% de la producción mundial. La palma africana llegó a la Amazonía a mediados del siglo XX y en la actualidad los principales países productores en esta región son Colombia (1,9 millones Tm), Brasil (585.000 Tm), Ecuador (450.000 Tm), y Perú (275.000 Tm).
Los usos de la palma africana
Inicialmente, la palma africana se destinaba principalmente para la alimentación y secundariamente para la producción de cosméticos. En la actualidad se usa en un 68% para la producción de alimentos, un 27% para la fabricación de cosméticos, detergentes y otros productos industriales, y un 5% para la producción de biocombustibles.
¿Son favorables las condiciones para los cultivos de palma africana en la Amazonía boliviana?
El ciclo productivo de la palma africana comienza 3 años después de haber sido sembrada y se mantiene en producción durante 25 años. Los mas altos rendimientos se dan entre los 8 y 10 años. La palma africana necesita de: • Zonas tropicales que son áreas generalmente de alta biodiversidad. • Altas temperaturas durante todo el año, entre 26°C y 29°C. • Por lo menos 5 horas de radiación solar. • Precipitaciones de 2000 a 2500 milímetros al año, sin épocas secas que duren más de 90 días. Para tener buenos rendimientos se requiere de tierras planas o ligeramente onduladas. En zonas de alta pendiente los costos de producción se incrementan y son más susceptibles a la erosión de suelos, disminuyendo su fertilidad y su rendimiento. La falta de agua afecta negativamente la productividad de la palma africana.
¿Es adecuado el clima y los suelos del Beni y el norte de La Paz?
Tanto el norte de La Paz como el departamento de Beni presentan dinámicas climáticas similares: temperaturas promedio de 27°C, temperaturas máximas que superan los 38ºC en los meses de septiembre a octubre, y temperaturas mínimas de 14ºC de julio a agosto. En el caso de implementarse el programa palma africana, estas variaciones de temperatura pueden afectar su desarrollo y productividad. La temporada de lluvia en estos dos departamentos tienen una época marcada que va de noviembre a marzo, y una época seca de abril a octubre. El promedio anual de precipitación es de 1800 mm, por debajo de los 2000mm mínimos necesarios para el buen rendimiento de la palma africana. Las precipitaciones mínimas se observan durante el mes de agosto y septiembre (~74 mm) y los valores máximos de precipitación se dan en febrero (~377 mm) (Herrera-MacBryde et al, 2000). Tanto en el departamento de Beni como en el norte de La Paz las épocas de precipitación pluvial son muy intensas por lo que las inundaciones son frecuentes, mientras que, en tiempos de sequía, el suelo se compacta y endurece velozmente, lo que resulta en suelos altamente susceptibles a la erosión (Chávez y Gheler 2000). Otros estudios muestran que en el municipio de San Buenaventura los suelos no son aptos para producción agroindustrial debido a los altos niveles de acidez del suelo y la topografía ondulada que predomina en la zona (Robison, 2021). Las regiones del norte de La Paz y el departamento del Beni tienen suelos con características que no son aptas para la producción bajo un modelo de monocultivo extensivo, sea cual sea el cultivo. De forma general los suelos de la Amazonia son de características ácidas y con altos contenidos de hierro, y necesitan un tiempo considerable para mejorar su calidad. Mientras menos favorables sean los suelos y las condiciones climáticas, más necesario será recurrir a fertilizantes químicos contaminando los suelos, el agua y el aire.
De viveros a cultivos: ¿Dónde estará la palma africana?
Más interrogantes del rechazo
La lucha Tacana contra la palma africana
Veintiún corregidores del Consejo Indígena del Pueblo Tacana (CIPTA) reunidos el 7 y 8 de marzo de 2024 en la comunidad de Nueva Esperanza aprobaron un voto resolutivo que: “rechaza el programa de PALMA ACEITERA AFRICANA y [resuelve] su paralización en todas las comunidades de nuestro territorio”. Según Jorge Canamari Lora, presidente del CIPTA, la determinación del Consejo de Corregidores dio por paralizado este programa de la palma africana por vulnerar los derechos a la consulta previa ya que nunca se consensuo dicho programa con la máxima instancia de autogobierno del pueblo Tacana. El 8 de julio los comunarios de Santa Rosa de Maravilla con la participación del directorio del CIPTA, determinaron el desalojo inmediato del territorio Tacana del Programa de Fomento a la Producción de Especies Oleíferas del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), y dieron un plazo hasta el 20 de julio para el desalojo de dicho programa. Los motivos de la molestia fueron el irrespeto a la resolución del Consejo de Corregidores del Pueblo Tacana del 8 de marzo, el ingreso al vivero sin permiso de la comunidad, la desinformación y la falta de coordinación. A fines de agosto de 2024, comunarios y dirigentes del CIPTA constataron que el vivero ubicado en la comunidad de Santa Rosa de Maravilla se encontraba abandonado y que los plantines de palma africana se estaban amarillando sin agua, sin que el INIAF hubiera procedido a retirarlos de su territorio. En dicha oportunidad Jorge Canamari Lora manifestó “Nos hemos enfrentado al propio estado boliviano al decirle no a la palma africana en el territorio Tacana. Los territorios ancestrales donde practicamos caza y pesca actualmente están siendo demandados por terceras personas. Con estos hermanos allegados a nuestro territorio, después de abrirles las puertas, ellos, desconociendo la existencia del pueblo Tacana, quieren pedir en voz alta la ampliación de la frontera agrícola”. Para el presidente del CIPTA la ampliación de la frontera agrícola va a desmontar todos los lugares donde ancestralmente el pueblo Tacana practicaba la caza, la pesca, y la recolección de frutos con los cuales sostienen a sus familias. El agroecólogo Daniel Robison, fallecido el pasado 19 junio, alertó: “Si realmente entran con la palma, el impacto ambiental va a ser más de lo que piensan. Habrá por lo menos 200.000 hectáreas de deforestación, directa e indirecta”. El pueblo Tacana ha frenado el avance de la palma africana implementado por el gobierno a través del INIAF pero la presión por expandir la frontera agrícola no se detiene.
Por Soledad Enriquez
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Principales países productores
La palma africana o palma aceitera (Elaeis guineensis) es originaria del golfo de Guinea, África. Actualmente la palma africana se ha extendido por diferentes países y la producción mundial ha alcanzado la cifra de 79 millones de toneladas (Tm), siendo Indonesia y Malasia, los dos países que concentran el 83% de la producción mundial.
La palma africana llegó a la Amazonía a mediados del siglo XX y en la actualidad los principales países productores en esta región son Colombia (1,9 millones Tm), Brasil (585.000 Tm), Ecuador (450.000 Tm), y Perú (275.000 Tm).
Los usos de la palma africana
Inicialmente, la palma africana se destinaba principalmente para la alimentación y secundariamente para la producción de cosméticos. En la actualidad se usa en un 68% para la producción de alimentos, un 27% para la fabricación de cosméticos, detergentes y otros productos industriales, y un 5% para la producción de biocombustibles.
¿Son favorables las condiciones para los cultivos de palma africana en la Amazonía boliviana?
El ciclo productivo de la palma africana comienza 3 años después de haber sido sembrada y se mantiene en producción durante 25 años. Los mas altos rendimientos se dan entre los 8 y 10 años.
La palma africana necesita de:
• Zonas tropicales que son áreas generalmente de alta biodiversidad.
• Altas temperaturas durante todo el año, entre 26°C y 29°C.
• Por lo menos 5 horas de radiación solar.
• Precipitaciones de 2000 a 2500 milímetros al año, sin épocas secas que duren más de 90 días.
Para tener buenos rendimientos se requiere de tierras planas o ligeramente onduladas. En zonas de alta pendiente los costos de producción se incrementan y son más susceptibles a la erosión de suelos, disminuyendo su fertilidad y su rendimiento. La falta de agua afecta negativamente la productividad de la palma africana.
¿Es adecuado el clima y los suelos del Beni y el norte de La Paz?
Tanto el norte de La Paz como el departamento de Beni presentan dinámicas climáticas similares: temperaturas promedio de 27°C, temperaturas máximas que superan los 38ºC en los meses de septiembre a octubre, y temperaturas mínimas de 14ºC de julio a agosto. En el caso de implementarse el programa palma africana, estas variaciones de temperatura pueden afectar su
desarrollo y productividad.
La temporada de lluvia en estos dos departamentos tienen una época marcada que va de noviembre a marzo, y una época seca de abril a octubre. El promedio anual de precipitación es de 1800 mm, por debajo de los 2000mm mínimos necesarios para el buen rendimiento de la palma africana. Las precipitaciones mínimas se observan durante el mes de agosto y septiembre (~74 mm) y los
valores máximos de precipitación se dan en febrero (~377 mm) (Herrera-MacBryde et al, 2000).
Tanto en el departamento de Beni como en el norte de La Paz las épocas de precipitación pluvial son muy intensas por lo que las inundaciones son frecuentes, mientras que, en tiempos de sequía, el suelo se compacta y endurece velozmente, lo que resulta en suelos altamente susceptibles a la erosión (Chávez y Gheler 2000). Otros estudios muestran que en el municipio de San Buenaventura los suelos no son aptos para producción agroindustrial debido a los altos niveles de acidez del suelo y la topografía ondulada que predomina en la zona (Robison, 2021).
Las regiones del norte de La Paz y el departamento del Beni tienen suelos con características que no son aptas para la producción bajo un modelo de monocultivo extensivo, sea cual sea el cultivo. De forma general los suelos de la Amazonia son de características ácidas y con altos contenidos de hierro, y necesitan un tiempo considerable para mejorar su calidad. Mientras menos favorables sean los suelos y las condiciones climáticas, más necesario será recurrir a fertilizantes químicos contaminando los suelos, el agua y el aire.
De viveros a cultivos: ¿Dónde estará la palma africana?
Más interrogantes del rechazo
La lucha Tacana contra la palma africana
Veintiún corregidores del Consejo Indígena del Pueblo Tacana (CIPTA) reunidos el 7 y 8 de marzo de 2024 en la comunidad de Nueva Esperanza aprobaron un voto resolutivo que: “rechaza el programa de PALMA ACEITERA AFRICANA y [resuelve] su paralización en todas las comunidades de nuestro territorio”.
Según Jorge Canamari Lora, presidente del CIPTA, la determinación del Consejo de Corregidores dio por paralizado este programa de la palma africana por vulnerar los derechos a la consulta previa ya que nunca se consensuo dicho programa con la máxima instancia de autogobierno del pueblo Tacana.
El 8 de julio los comunarios de Santa Rosa de Maravilla con la participación del directorio del CIPTA, determinaron el desalojo inmediato del territorio Tacana del Programa de Fomento a la Producción de Especies Oleíferas del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), y dieron un plazo hasta el 20 de julio para el desalojo de dicho programa. Los motivos de la molestia fueron el irrespeto a la resolución del Consejo de Corregidores del Pueblo Tacana del 8 de
marzo, el ingreso al vivero sin permiso de la comunidad, la desinformación y la falta de coordinación.
A fines de agosto de 2024, comunarios y dirigentes del CIPTA constataron que el vivero ubicado en la comunidad de Santa Rosa de Maravilla se encontraba abandonado y que los plantines de palma africana se estaban amarillando sin agua, sin que el INIAF hubiera procedido a retirarlos de su territorio. En dicha oportunidad Jorge Canamari Lora manifestó “Nos hemos enfrentado al propio estado boliviano al decirle no a la palma africana en el territorio Tacana. Los territorios ancestrales donde practicamos caza y pesca actualmente están siendo
demandados por terceras personas. Con estos hermanos allegados a nuestro territorio, después de abrirles las puertas, ellos, desconociendo la existencia del pueblo Tacana, quieren pedir en voz alta la ampliación de la frontera agrícola”.
Para el presidente del CIPTA la ampliación de la frontera agrícola va a desmontar todos los lugares donde ancestralmente el pueblo Tacana practicaba la caza, la pesca, y la recolección de frutos con los cuales sostienen a sus familias. El agroecólogo Daniel Robison, fallecido el pasado 19 junio, alertó: “Si realmente entran con la palma, el impacto ambiental va a ser más de lo que piensan. Habrá por lo menos 200.000 hectáreas de deforestación, directa e indirecta”.
El pueblo Tacana ha frenado el avance de la palma africana implementado por el gobierno a través del INIAF pero la presión por expandir la frontera agrícola no se detiene.
Créditos
Investigación: Soledad Enriquez
Redacción y edición: Fundación Solón
Diseño y diagramación: Valeria Blacutt
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