¿Donde Está?

José Carlos desapareció un miércoles 2 de febrero de 1972. No desapareció sólo. Carlos López Adrián y Alfonso Toledo Rosales desaparecieron el mismo día. ¿Que pasó con estos tres jóvenes? ¿Fueron torturados hasta causarles la muerte? ¿Los arrojaron de un avión? ¿Les hicieron cavar sus fosas y luego los ejecutaron? ¿Los desbarrancaron a un río? ¿Dónde están?

No es una historia que parece cuento, es la realidad que duele, la escribo para conmover a los autores de la detención y posterior desaparición de mi hijo. Quiero creer que quizás lo hicieron obligados por las circunstancias, por la necesidad de vivir, por “ganarse la vida”. Esta vez tengo la esperanza de que surja un humano arrepentimiento, y pueda tener una pista, un dato, una ligera esperanza para encontrar sus restos.
Gladys Oroza de Solón

¿Acaso no dice Dante que “los cuerpos insepultos vagan en las tinieblas frías y no tienen descanso”? Trágica situación que persiste mientras el cadáver no se entierra; al que no se puede nombrar, que es un hueco en la memoria familiar. La ausencia del cuerpo impide celebrar el ritual de despedida, aceptar y humanizar la perdida. Sin tumba visible, sin espacio físico como morada final, el duelo entre los familiares es trágico e infinito.
Gustavo Rodríguez Ostria

Despues de 40 años sigue sin esclarecerse lo sucedido. Las versiones suman y siguen. Siempre aparece alguna señal, alguién que dice tener una pista… y por cuatro décadas esos indicios han quedado en el vacío.

La privación contínua de la verdad acerca del destino de un desaparecido constituye una forma de trato cruel, inhumano y degradante para los familiares cercanos. El derecho a la verdad ha sido desarrollado suficientemente en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y como sostuvo esta Corte en anteriores oportunidades, el derecho de los familiares de la víctima de conocer lo sucedido a ésta y, en su caso, dónde se encuentran sus restos mortales, constituye una medida de reparación y por tanto una expectativa que el Estado debe satisfacer a los familiares de la víctima y a la sociedad como un todo.
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Sentencia de Reparaciones

Fui a verla a la Gladys, aquí en La Paz, y ella me dijo: “Ay no sabes, me han mostrado un telex donde autorizan la libertad de José Carlos”.  Uuhhhhh, ahí, con esas certezas que uno tiene, certezas totales, totales, totales… Yo dije que si le han mostrado eso es porque lo han matado, lo han matado. Esa tenía que ser la coartada para decir que no sabían donde está. Que lo hemos puesto en libertad y entonces no sabemos dónde está. A partir de ese momento yo supe que lo habían matado. No necesitaba saber nada más. Para mí eso fue suficiente.
Franklin Salgueiro

Fueron ejecutados el 3 de febrero de 1972. Según relato de una persona que presenció el asesinato, los hechos ocurrieron así:
Estaban presos en la seccional de El Parí, de Santa Cruz, desde enero de 1972; seccional policial que cobijaba a los presos de alguna importancia y estaba dedicado a las torturas. De allí fueron sacados en la noche del 3 de febrero de ese año y trasladados a la quinta de los hermanos Terceros Banzer (primos hermanos del actual presidente) en el km. 13 de la carretera a Cochabamba, conducidos por los siguientes agentes: Oscar Menacho, Paye Gonzales, Ernesto Morant, José Cuellar y otros. Bajados de la movilidad y dándose cuenta José Carlos Trujillo, por las conversaciones y preparativos, de que sería victimado, pidió que se le diera una oportunidad de huir. Aprovecharon el pedido los esbirros y entre risas entregaron dos pistolas sin balas a los dos presos diciéndoles que huyeran. No habían avanzado dos metros cuando los acribillaron por la espalda. Seguidamente los enterraron en la mencionada quinta de los Terceros Banzer.
COB: Informe violación de los Derechos Humanos en Bolivia, enero 1976

A veces pienso que le aplicaron la ley de la fuga. Mi corazón me dice que puede estar enterrado en el río Piraí, a la altura del kilómetro 6,  por la carretera a Cochabamba; también tengo la impresión que lo hubieran puesto en alguna fosa común para que nadie se entere de esos hechos.
Beatriz Aguilar de Toledo

No sé donde se encuentre [José Carlos Trujillo Oroza]. En lo que yo acompañé a la madre de este joven, la única información que llegué a saber fue por ERNESTO MORANT en sentido de que lo habían embarcado en una flota para que vaya al interior.
Gisela Brunn Sciaroni

…la Corte considera que la entrega de los restos mortales en casos de detenidos-desaparecidos es un acto de justicia y reparación en sí mismo. Es un acto de justicia saber el paradero del desaparecido, y es una forma de reparación porque permite dignificar a las víctimas, ya que los restos mortales de una persona merecen ser tratados con respeto para con sus deudos y con el fin de que éstos puedan darle una adecuada sepultura.
Corte Interamericana de Derechos Humanos Sentencia de Fondo

Todos me dicen que quizá en una forma extrajudicial puedo lograr conseguir una pista, una información para encontrar los restos de mi hijo. Ellos no lo van a decir frente a un juez, pero es muy probable que en su entorno familiar hayan comentado y dicho algo. Por ahí, alguien que escuchó algo me puede dar una pista. Pero eso hasta ahora no ha ocurrido.
Gladys Oroza de Solón

El ciclo de la muerte sólo se cierra con el entierro, que es una especie de conjura, de despedida. Y mientras eso no suceda, las familias viven como en un limbo, en situación de desesperación. Saben y están conscientes de que murieron hace 40 años, pero no terminan de asumirlo mientras no se produzca el encuentro con sus restos y puedan despedirlo, rezarle o hablarle.
Gustavo Rodríguez Ostria

Creo que las lágrimas ya se me han secado. Tengo una herida abierta en el corazón que, sin duda, se me ha de cerrar solo el día que yo expire. Pero yo confío en Dios, creo que podría encontrar, por lo menos, los restos de mi hijo. Eso me dará un poco de paz y tranquilidad.
Gladys Oroza de Solón

¿El Escuadrón de la Muerte?

El asesinato de tres personas acribilladas a balazos en distintas ocasiones y lugares de este distrito, en las dos semanas últimas, está siendo severamente investigado a decir de la policía local.

Lo inexplicable y el punto de partida para que se rumorée aquí que el llamado “Escuadrón de la muerte” ha entrado en ejecución, es que los cadáveres han sido encontrados casi en similares condiciones; perforaciones de fusil M-1 calibre 22, rostros desfigurados para impedir identificación y con signos de tortura.
El jefe de la Dirección de Investigación Departamental, Ernesto Morant, al anunciar el levantamiento del tercer cadáver –el lunes- en las inmediaciones del río Piraí, dijo que por los rastros fisonómicos se presume que hayan sido oriundos del interior.
Estos asesinatos coinciden con el anuncio de que se organizo en Santa Cruz el “Escuadrón de la muerte”, empero, no existe ninguna evidencia para asegurar que todos estos hechos guardan relación.
PRESENCIA, marzo 31 de 1972

La posibilidad de que el “Jó” fuera uno de ellos no dejó dormir a la mamá. ¿Son tres y tres desaparecieron? ¿Y si fueran ellos? Mandó a averiguar a Santa Cruz… Los restos eran de personas de más de 30 años. Había una esperanza de que en algún lado estuviera vivo…

Mucho tiempo después conocimos el testimonio de Blanca Soliz Saavedra acerca de la desaparición del Doctor Guerra de nacionalidad colombiana, quién fue detenido y visto por última vez en la sección segunda de la Octava División del Ejército.

Llego a la Octava [División] y me hacen pasar a la oficina del Comandante. Le digo que vengo a dejarle ropa y desayuno al Doctor [Guerra] que detuvieron anoche. Armando Abrego se hace al que piensa y me dice que el doctor no tenía nada y que vinieron unos amigos y se lo sacaron. ¡Ese cinismo me hizo el Armando Abrego! De ahí lloré no más. Dije: ¡Qué bárbaros que son!
Pasarían unos diez a quince días, y cuando mi madre estaba vendiendo en el kiosco, vienen y piden dos cervezas. Yo entro y le digo a mi madre que no debió vender cerveza, porque estábamos en problemas. Entonces ellos se pusieron a conversar de que habían tres muertos en el Piraí. Uno le dijo al otro: “Hombre, cómo no va a haber unos familiares que los vean y se los recojan”. Comentaron que eran un maestro, un abogado y un médico. Seguramente eran ellos, que vinieron a comentar eso para que nosotros fuéramos y lo recogiéramos. ¡Y de miedo no fuimos! Seguro que eran policías. Si el que menos pensábamos estaba metido con ellos. Así perdimos al doctor Guerra.
Blanca Soliz Saavedra

La búsqueda con retroexcavadora

El 6 de septiembre del 2006 se realizaron excavaciones con retroexcavadora en el cementerio de la Cuchilla en Santa Cruz para supuestamente buscar los restos del “Jó”. La fiscal asignada al caso, Pura Cuellar, tomó la decisión de esa acción y los familiares fuimos colocados ante el hecho consumado.

Tres años después, el Estado de Bolivia presentó esos hechos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos como la única acción que había realizado en nueve años desde la Sentencia de Fondo de la Corte para encontrar los restos del “Jó”

La comunicación del Estado de Bolivia decía: “en dichas excavaciones se encontraron 44 fragmentos óseos que conforme a la información oficial de la fiscal antes mencionada, se encuentran en su custodia”.

La respuesta de la familia no se dejó esperar. En el cementerio de La Cuchilla se encontraron unos restos que “fueron sacados sin seguir los procedimientos correspondientes, se utilizó una retroexcavadora”. Éstos fragmentos óseos “se encuentran en bolsas de plástico en el despacho de la fiscal” encargada del caso.

El tema se discutió en una Audiencia Privada de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en Octubre del 2009. La mamá no pudo ir. Estábamos profundamente indignados porque en el informe señalaban que me habían tomado una muestra de sangre para hacer los análisis genéticos y compararlos con esos restos.

En la Audiencia los representantes del Estado “reconocieron que se había cometido un error al haber informado a la Corte anteriormente que se tomó una muestra de este tipo al señor Pablo Solón Romero Oroza, hermano de la víctima”.

…sobre la excavación llevada a cabo, se advierte que el Estado no informó respecto al método empleado durante la misma. El Estado tampoco objetó la afirmación de los representantes en el sentido de que fue hecha mediante retroexcavadora, con los supuestos inconvenientes que ello puede tener en la preservación de los restos.
…el Estado no se pronunció sobre la afirmación de los representantes respecto a que los restos encontrados durante las excavaciones llevadas a cabo en el cementerio de La Cuchilla, en Santa Cruz, están guardados en la oficina del Fiscal en “bolsas de plástico”. En particular, el Estado no hizo referencia a las técnicas de conservación posiblemente utilizadas. Asimismo, llama la atención del Tribunal el hecho de que a tres años desde que se realizaron las excavaciones y se encontraron los restos referidos, el Estado todavía no ha llevado a cabo la práctica de pruebas periciales genéticas y antropológicas y tampoco ha señ
alado por qué no las ha realizado aún.
…el Tribunal estima que no hay avances sustantivos en la búsqueda específica de los restos del señor José Carlos Trujillo Oroza.
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Resolución, noviembre 16 de 2009

Restos de nueve guerrilleros de Teoponte

A cuatro décadas de ese suceso, al menos una veintena de los restos de los 67 jóvenes que no sobrevivieron a Teoponte, entre bolivianos, chilenos, argentinos y peruanos, están todavía desaparecidos. El pasado año se inició la búsqueda de los restos de los combatientes de esta guerrilla… En septiembre del año pasado se hallaron los restos de nueve de ellos, de los cuales cuatro fueron identificados.
En febrero pasado, los restos de Delfín Mérida Vargas, Eloy Mollo Mamáni, Francisco Imaca Rivera y Rafael Dimaz Antezana Egüez, todos integrantes del desaparecido Ejército de Liberación Nacional (ELN), fueron devueltos a sus familiares. El actual gobierno se ha comprometido a seguir adelante con la búsqueda hasta encontrar los cuerpos aún desaparecidos.
LOS TIEMPOS, julio 18 de 2010

Durante nuestra investigación, hallamos mapas militares que permitieron rastrear los restos de los caídos. Los validamos el 2005 en un par de visitas realizadas a la zona de Teoponte con Jorge Bayro, nuestro permanente colaborador y compañero de investigación. En base a esta indagación, y pesquisas realizadas posteriormente por ASOFAMD,  el año pasado y este año, el Ministerio de Justicia con la colaboración del Equipo Argentino de Antropología Forense, ya halló nueve restos. Tras la pruebas de ADN, cuatro ya fueron identificados y retornados a su familias. El ciclo iniciado cuarenta años atrás empieza a cerrarse.
Gustavo Rodríguez Ostria

“Cada segundo de los seis años que me llevó la investigación considero que valieron la pena por ese momento del reencuentro de esas familias, después de 40 años de espera e incertidumbre, así sean con los restos de sus seres queridos”, expresó [Gustavo] Rodríguez, al recordar las palabras de despedida y el llanto de los hijos en el entierro de Francisco Imaca, dirigente de la central campesina del Morro, cuyos restos fueron hallados en Teoponte.
LOS TIEMPOS, julio 18 de 2010

La escuela: ¡Honor y Gloria!

Bolivia debe proceder a dar oficialmente el nombre de José Carlos Trujillo Oroza a un centro educativo de la ciudad de Santa Cruz, mediante una ceremonia pública y en presencia de los familiares de la víctima. Ello contribuiría a despertar la conciencia pública sobre la necesidad de evitar la repetición de hechos lesivos como los ocurridos en el presente caso y conservar viva la memoria de la víctima.
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Sentencia de Reparaciones

32 años después. 2 de febrero de 2004. El mismo día de la desaparición del “Jó”, en la ciudad de Santa Cruz, durante la inauguración del año escolar, se llevó a cabo la ceremonia de toma de nombre de la Escuela que lleva su nombre.

ORDENANZA MUNICIPAL Nº 402/2003
Artículo Primero.- Nomínase a la Unidad JOSE CARLOS TRUJILLO OROZA, en todos sus turnos de trabajo y niveles, ubicada en el barrio 23 de diciembre, manzano 34, red educativa Nº 27, U.V. 154, del Distrito Municipal Nº6, Pampa de la Isla, de nuestra ciudad.
Consejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra, noviembre 13 de 2003

¿Pura coincidencia o destino? El “Jó” fue detenido la noche del 23 de diciembre. El barrio donde se encuentra hoy la Escuela que lleva su nombre se denomina “23 de diciembre”.

Otro hecho que llama la atención es que en el Acta de la sesión de aquel día, el Concejo Municipal de Santa Cruz aprobó dos ordenanzas de nominación de centros educativos. La Nº 402 que designa la Unidad Educativa José Carlos Trujillo Oroza y la Nº 404 que nomina a otra Hugo Banzer Suárez.

Me acuerdo que cuando fuimos a ponerle el nombre a la escuela, en Santa Cruz… Mi hermana Gladys quiso que yo estuviera en la foto oficial… Estaba todo el mundo, el Comité Cívico, los jefes militares, el alcalde Percy Fernández. Estaba el “Chato”… Y alguien dijo: “Éste es pues el tío de José Carlos”. “Alias Jó”, dije yo, para que me escuchara el “Chato”. Fue “Jó” desde que nació. Fue un tipo que no se cambió el nombre. Su alias fue su apodo: “Jó”. Ahí vi la cara del “Chato”, que se puso incómodo. Y mi hermana dijo: “Si pues, así lo llamábamos a mi hijo”.
…en medio del acto estaban distribuyendo un boletincito donde estaba la foto del “Jó”. Y entonces, uno  de los militares que estaba en el acto, uno de los comandantes, se acercó y pidió uno de estos boletincitos. Y el tipo miraba el boletincito con detenimiento, miraba la foto del “Jó”, mientras pasaba el acto. Se quedó así mirando la foto, mientras pasaban los discursos. Yo me di cuenta que él captó lo que yo quise decir cuando mencioné el alias de José Carlos. Entendió que lo que yo quise decir y demostrar en ese acto era que estábamos homenajeando a un guerrillero…
Bueno, entonces termina la función, se acaban las salteñas y todo eso. Veo que este militar, este comandante, cruza todo el salón. Yo estaba calladito en un rinconcito. [Franklin se para, toma un cuaderno en sus manos, para ejemplificar el gesto del militar]. Éste era el folletito, lo mira así y me mira a mí: “¡Honor y gloria!”.
Franklin Salgueiro

La lágrima en la “Piedra”

La idea de la placita del “Jó” no estaba en la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La Escuelita que lleva su nombre está en Santa Cruz. Nosotros queríamos hacer algo además en La Paz. Un lugar para visitarlo, para conversar y pedirle consejo…

Encontrar el lugar fue una casualidad. Habían algunas posibilidades que proponía la alcaldía. Sin embargo, fueron los rayos del atardecer alumbrando el verde de los árboles los que definieron el lugar. Fue en una esquina entre el Montículo y la Plaza España.

El espacio tenía la forma de un triángulo en declive. En la parte superior había  una pared de piedra ideal para un mural. En medio de los miles de dibujos y bocetos que nos dejó Solón, uno se deslizó entre los demás. Era el boceto a colores de un mural con una ronda de niños felices y el símbolo del “sol de piedra”. Nada más apropiado para representar el ideal por el que murieron los detenidos desaparecidos.

Sin embargo, al boceto le faltaba algo. Aunque en él estaba el símbolo de la piedra que para el papá representa la memoria histórica, la mirada de los grandes nevados a los cuales nada escapa, le faltaba la imagen de la justicia, de la lucha contra la impunidad: el Quijote. Entonces volvimos a sumergirnos en los garabatos del papá hasta que encontramos el dibujo a lápiz de un Quijote que armonizaba con el resto de la composición. (Permítanme hacer un paréntesis. Si utilizo la palabra garabato no es por descuido o error. Para Solón la fuente de toda creación está en los garabatos y sus más grandes obras nacen de un caos de líneas en un modesto papel).

El papá siempre decía que el buen artista nunca se repite a si mismo. Por eso, para definir la técnica de este mural de 24 metros cuadrados escogimos algo diferente al fresco, la piroxilina o el temple que él utilizaba. Buscamos algo capaz de resistir las inclemencias del clima y perdurar en el tiempo. Fue así que emprendimos la  tarea de construir y armar un rompecabezas gigante. Durante 10 meses su ayudante, Pablo Mendoza, corto y pulió mas de 6.000 piezas de cerámicas de múltiples colores para realizar este mural.

Luego nos tocó la difícil decisión de proteger esta obra. La receta fácil era hacer una reja. Pero… ¿cómo colocar una reja alrededor de una plaza de detenidos desaparecidos que vivieron sus últimos días aprisionados por unos barrotes? Así nació la idea de la “anti-reja”, es decir, algo que cumpliera su función pero que significara todo lo contrario. Una talla en madera que el papá colocó al pie de un tapiz dedicado al “Jó” nos dio la idea.  La madera tallada contaba en alto y bajo relieve  la vida de la Ñana desde su nacimiento hasta su desaparición y búsqueda interminable. Las imágenes iniciales que teníamos no permitían cubrir los 64 metros de “anti-reja” que necesitábamos, así que apelamos a los miles de dibujos de características similares esparcidos por el taller del papá.

El próximo paso fue la escultura en homenaje al “Jó”. Lo único que teníamos claro era que no queríamos un busto ni nada parecido. Así, que entre las miles de ideas inconclusas del papá buscamos hasta darnos cuenta que la respuesta estaba frente a nuestras narices. El ojo del dibujo de una piedra parpadeó dos veces. Fueron dos veces porque a la primera no reparamos en el mensaje. Solón siempre decía que la piedra sabe donde están enterrados los restos de José Carlos. Entonces decidimos tallar una piedra de un metro y medio por un metro y medio con un diseño de “la piedra” de Solón y colocar en su ojo un mármol rojo con un grabado del rostro del “Jó”.

El “Jó” no quería estar solo en la plaza. El era impensable sin sus compañeros. Así que decidimos pintar en las patillas de la plaza los rostros de unos 40 detenidos desaparecidos de la dictadura de Banzer.

Trasladar y colocar la piedra nos tomó todo un día y parte de la noche. Una vez afianzada la escultura, descubrimos que tenía una mancha natural en forma de triángulo justo bajó el “ojo” de la piedra. Era la lágrima en la piedra…

Yo quiero ante ustedes hacer un pedido clamoroso por la memoria de mi hijo, de todos los desaparecidos, cuyos rostros aquí vemos y de muchos más: si queremos lograr  que en este país exista una real y verdadera justicia y que nuestra lucha contra la impunidad no sea infructuosa, es necesario nunca olvidar, nunca desmayar, nunca dejar que el cálculo político nos lleve a abandonar los restos de quiénes abrieron esta senda.
Gladys Oroza de Solón

El sábado pasado se inauguró la plaza de los detenidos y desaparecidos, en el barrio del Montículo, coincidiendo con el 21 de agosto [2004], cuando hace 33 años el entonces Cnl. Hugo Banzer detuvo la escalada marxista con Asamblea Popular y todo.
…no quisiera convertirme yo también en un necrófilo más de los que hay tantos en Bolivia, ni estar inscrito en esas cofradías tristes de la necrolatría… ¿Por qué para el próximo mes de octubre el alcalde no inaugura la plaza de los Masacrados? Y claro, que invite a todos los necrófilos conocidos…
Manfredo Kempff Suarez

“No quiero morir sin ver a mi hijo”

¿Alguna vez sintió temor por su vida?
Soy católica, he sido formada con principios bien profundos y mi fe es muy grande. Creo que esa fe es la que me da mucho valor. Además, ¿puede haber algo más profundo y tremendo para una madre que haber perdido un hijo en las condiciones que yo lo perdí? No tenía temor de nada. Fui detenida, golpeada y amenazada, pero dije ¡señor hágase su voluntad! La verdad, no he tenido miedo. He salido adelante salvando todos los obstáculos que se me han presentado. He hablado con todos, con los buenos y con los malos.

Mario Adett Zamora y justo Sarmiento declararon que sienten lo que pasó con usted ¿qué piensa de eso?
Sé lo que pensaba (el ex ministro) Adett Zamora en esa época (de la dictadura) porque estoy leyendo toda la prensa de la época… La esperanza que tengo es que la vida y las circunstancias puedan ablandarles el corazón y me den una pista para encontrar los restos de mi hijo. Ellos saben lo que han hecho, saben dónde está y yo sólo quiero encontrar los restos.

¿Que haría si se encuentra con Justo Sarmiento o con el ex ministro Mario Adett Zamora?
Les rogaria que me ayuden. Haría lo posible por tocar las fibras mas íntimas de su corazón, de sus sentimientos humanos y les pediría que, independientemente de cualquier otra circunstancia, me colaboren y me den pistas para encontrar a mi hijo.

¿Siente rencor hacia ellos?
No siento. Era una política que se impuso en ese momento y quizá cumplían ordenes.

¿Y del General Banzer?
Tampoco. Lo que hago no es por motivos políticos, no soy más que una madre llevada por su sentimiento de angustia que no quiere irse de este mundo sin saber dónde están desparramados los restos de su hijo. Deseo encontrarlo.
Gladys Oroza de Solón

Existen sólo dos gritos de dolor, el grito de dolor de la madre al parir a sus hijos y el grito de la madre cuando muere un hijo.
Isadora Duncan

He dedicado más tiempo de mi vida ha esclarecer la desaparición forzada de mi hijo que ha compartir su vida. Mi hijo José Carlos tenía 22 años cuando desapareció y yo ya llevo 40 años buscando la verdad y la justicia. 40 años es toda una vida. Es casi 2 veces la vida que le permitieron vivir a mi hijo, y sin embargo no ha sido suficiente para esclarecer los hechos de aquel febrero de 1972 y encontrar sus restos.
Gladys Oroza de Solón