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¿Qué pasa con el biodiésel en Bolivia?

Por Ximena Montaño Sandoval

Introducción

La primera gestión de gobierno del Movimiento al Socialismo – MAS tuvo una posición firme contra los agrocombustibles[1], posteriormente, este rechazo fue incorporado en La Ley Nº 300, Ley Marco de la Madre Tierra del año 2012 que en su artículo 24 (punto 11), sobre las bases y orientaciones del Vivir Bien, establece: “Prohibir la producción de agrocombustibles y la comercialización de productos agrícolas para la producción de los mismos en tanto que es prioridad del Estado Plurinacional de Bolivia precautelar la soberanía con seguridad alimentaria”.

Sin embargo, el año 2018, el gobierno del MAS da un giro e inicia la primera ola de producción de agrocombustibles en Bolivia con la Ley N° 1098 de fomento a la producción y comercialización de Aditivos de Origen Vegetal[2], que permite la producción de etanol para ser mezclado con la gasolina “con la finalidad de sustituir gradualmente la importación de Insumos y Aditivos, y Diésel Oil”. La segunda ola de agrocombustibles es promovida por el gobierno de Luis Arce Catacora con su proyecto de industrialización del biodiésel y diésel renovable (HVO) para sustituir parcialmente las importaciones del diésel convencional e intentar solucionar su creciente importación y subvención.

Bolivia se acerca a importar el 80% del diésel que demanda el mercado interno, lo que significa para el país la salida de divisas, mayor gasto en subvención, la caída de las reservas internacionales y el incremento del déficit fiscal, constituyéndose desde hace varios años en un serio problema para la economía del país que se agudizó en los dos últimos años. El 2022 el gasto en importar diésel alcanzó los 2.945 millones de dólares para un volumen de 2.091.595 TM[3].

El proyecto de industrialización del biodiésel y HVO, propuesto desde la campaña electoral y contenido en el Plan de Desarrollo Económico Social 2020-2025 (PDES)[4], tiene como objetivo producir, al 2025, 723,4 millones de litros por año que sustituirán el 43% de la importación de diésel[5].

Las materias primas que demandarán estas plantas -aceite vegetal, aceite usado y grasa animal- aún no se las tiene disponibles en el país a la escala que se requerirá. En el caso del aceite vegetal, se cuenta con un decreto para empezar a desarrollar los cultivos de palma aceitera, jatropha y macororó que actualmente están en una etapa muy inicial.

Para la fase intermedia en la cadena productiva de los agrocombustibles, se emitió otro decreto que crea la Empresa Pública Productiva Industria Boliviana de Aceites Ecológicos – IBAE y autoriza un presupuesto destinado a la implementación de ocho plantas, que de igual forma están en una fase muy inicial.

Y finalmente, para la producción del biodiésel y HVO, conforme a los anuncios de las autoridades, se estarían construyendo dos plantas de biodiésel, una en Santa Cruz y otra en El Alto; y sobre la planta de HVO se anunció que será construida en Santa Cruz. Se prevé que el biodiésel será mezclado con el diésel fósil entre 5% a 10%, mientras el HVO será usado al 100%, es decir, sin necesidad de mezcla.

Se han dado diferentes cifras sobre el ahorro que permitirá este proyecto, algunas autoridades indicaron que será de 50 a 100 millones de dólares por cada planta de biodiésel y otros datos prevén que se ahorrará un monto de 300 o 400 millones de dólares a partir del 2025 que entren en funcionamiento las tres plantas. Esto haría suponer que la planta de HVO permitirá el ahorro más significativo[6].

Dada esta síntesis sobre el proyecto de industrialización del biodiésel y HVO para la sustitución de importaciones de diésel, el objetivo de este documento es brindar un análisis que intente explicar de forma ordenada e integral los diferentes aspectos más relevantes que abarcaría este proyecto. En la primera parte se explica lo que son los biocombustibles, el biodiésel y el HVO, haciendo énfasis en éste último, y en la segunda parte se brinda algunos datos sobre el aceite vegetal, biodiésel y HVO en el mercado mundial.

En la tercera parte se aborda con mayor profundidad lo que será la producción de biodiésel y HVO en Bolivia, a partir de los decretos y los anuncios del gobierno, se analiza en tres partes, la producción de: 1) materia prima, 2) aceite vegetal y 3) biodiésel y HVO. En esta parte, también se plantean varias dudas sobre las metas que el gobierno pretende alcanzar y bajo algunos escenarios se pretende estimar una respuesta. Seguidamente, en una cuarta parte, se brindan datos de la inversión que se está realizando.

Posteriormente, se desarrollan diferentes aspectos, tales como: la importación de diésel, los precios del biodiésel y HVO en el mercado internacional y el combustible fósil que demandará su producción. Además, se hace un breve resumen de los pasos que dio el gobierno para implementar este proyecto; y para finalizar una síntesis de los aspectos relevantes de la presente investigación.

1. Los agrocombustibles, el biodiésel y el diésel renovable (HVO)

2. El aceite vegetal, biodiésel y HVO en el mercado mundial

3. La producción de biodiésel y HVO en Bolivia

4. La inversión en la industrialización del biodiésel y HVO

5. ¿Se sustituirá la importación de diésel en los porcentajes anunciados?

6. ¿Cuál es la proyección de los precios del biodiésel y HVO en el mercado  internacional?

7. ¿Cuánto combustible fósil demandará la producción de biodiésel y HVO?

8. Evolución de la implementación del proyecto de sustitución de importaciones

9. Síntesis y referencias


[1] Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente (2008). Posición del gobierno de Bolivia para la Cumbre sobre seguridad alimentaria mundial: “el gobierno de Bolivia ha definido una política de Estado de prohibir la producción de biocombustibles en el país, en tanto que las superficies demandadas para la producción de biodiésel desplazan a los cultivos destinados a la alimentación de la población nacional…”.

[2] Esta Ley en su artículo 1 tiene como objeto “establecer el marco normativo que permita la producción, almacenaje, transporte, comercialización y mezcla de Aditivos de Origen Vegetal, con la finalidad de sustituir gradualmente la importación de Insumos y Aditivos, y Diésel Oíl, precautelando la seguridad alimentaria y energética con soberanía”. Según su artículo 2, “los aditivos de origen vegetal son productos intermedios extraídos o derivados de productos, subproductos, residuos y desechos vegetales que se emplean para ser mezclados con gasolinas, diésel oíl u otros carburantes de origen fósil”.

[3]Fuente:https://siip.produccion.gob.bo/repSIIP2/rankingHistorial.php?nandina=2710192100&mes=2&gestion=2023&impexp=i

[4] Ley N° 1407 de 9 de noviembre de 2021, del Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025 «Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien, hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones».

[5] El presidente Luis Arce subió el porcentaje de sustitución de importación de diésel, dijo que se sustituirá cerca del 55% al 60% de la importación actual; además que se utilizará la producción agropecuaria boliviana y que se producirá más barato que el precio internacional. Fuente: Entrevista del 11 de abril del 2023. https://www.youtube.com/watch?v=MKXfrjA7Xoo

[6] El presidente Luis Arce dijo que se ahorrarán 1.200 millones de dólares (entrevista del 11 de abril) y en su mensaje a media gestión (9 de mayo de 2023) indicó que serán 400 millones dólares anuales en importaciones en ahorro. Fuente: https://twitter.com/i/broadcasts/1vOxwMqzgbbGB

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