Compartimos la presentación de los investigadores Jorge Molina Carpio y Daniel Espinoza Romero del Instituto de Hidráulica e Hidrología de la UMSA presentada en el Foro Cambio Climático en el Madidi organizado por la UMSA. Aquí encuentra la versión en PDF.
Algunas conclusiones de los investigadores son:
a) Dividiendo los ingresos estimados (1250 millones USD/año según el presidente Morales) entre la energía media (15471 GWh/año) da un valor de 81 USD/MWh, más del doble del actual precio de venta de las hidroeléctricas de Jirau y Santo Antonio al mercado brasileño.
b) Cachuela Esperanza (1000 MW), otro proyecto del actual Gobierno, mostró ser inviable económicamente porque sus costos de generación superaban a los proyectos que Brasil construyó sobre el río Madera.
c) La alternativa Chepete aumentaría el número de poblaciones y pobladores afectados por la represa.
d) El nivel 400 evitaría inundar Santa Rosa (404 msnm) y Sapecho (417 msnm), si es que no se considera el remanso. (¿Que es e remanso? vea la presentación)
e) El agua quedaría retenida en el embalse 7.5 meses en promedio , lo que provocaría un gran deterioro de su calidad y grandes riesgos de eutroficación, con los consiguientes impactos asociados. “El ecosistema acuático pasaría de lótico a léntico (lacustre) con todo el efecto que esto implica para el plancton, los macroinvertebrados, y por ende en la cadena trófica del sistema” (Ficha ambiental, Geodata, 2016).
f) Ya no llegaría el sedimento a la llanura de inundación del río Beni aguas abajo de Rurrenabaque, que es vital para el ciclo natural del ecosistema asociado.
g) Los potenciales impactos ambientales del camino de acceso son de la misma magnitud que la presa y embalse.
Las preguntas de que se hacen los investigadores:
¿Por qué invertir tanto dinero público en los estudios de un megaproyecto cuya viabilidad es al menos tan dudosa como Cachuela Esperanza, que tardaría mucho en hacerse realidad y que no responde a las necesidades de energía del país?
¿Cuál es el marco de planificación que permite a ENDE y al Ministerio priorizar unos proyectos energéticos sobre otros? ¿Cómo se define la prioridad de los megaproyectos? ¿Hay un análisis de alternativas? ¿Por qué priorizar El Bala sobre otros proyectos hidroeléctricos en la misma cuenca del río Beni, que es la de mayor potencial del país?
¿Por qué no transparentar el proceso de toma de decisiones: abrirse al debate, basarse en un sólido soporte técnico?
¿Podrán el país y la actual gestión de Gobierno asumir el enorme costo económico, ambiental, social y político que supondrá un mega proyecto como El Bala, mal concebido y planificado?
Descargue presentación https://funsolon.files.wordpress.com/2016/10/molinaespinoza2016_elbala.pdf
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Compartimos la presentación de los investigadores Jorge Molina Carpio y Daniel Espinoza Romero del Instituto de Hidráulica e Hidrología de la UMSA presentada en el Foro Cambio Climático en el Madidi organizado por la UMSA. Aquí encuentra la versión en PDF.
Algunas conclusiones de los investigadores son:
a) Dividiendo los ingresos estimados (1250 millones USD/año según el presidente Morales) entre la energía media (15471 GWh/año) da un valor de 81 USD/MWh, más del doble del actual precio de venta de las hidroeléctricas de Jirau y Santo Antonio al mercado brasileño.
b) Cachuela Esperanza (1000 MW), otro proyecto del actual Gobierno, mostró ser inviable económicamente porque sus costos de generación superaban a los proyectos que Brasil construyó sobre el río Madera.
c) La alternativa Chepete aumentaría el número de poblaciones y pobladores afectados por la represa.
d) El nivel 400 evitaría inundar Santa Rosa (404 msnm) y Sapecho (417 msnm), si es que no se considera el remanso. (¿Que es e remanso? vea la presentación)
e) El agua quedaría retenida en el embalse 7.5 meses en promedio , lo que provocaría un gran deterioro de su calidad y grandes riesgos de eutroficación, con los consiguientes impactos asociados. “El ecosistema acuático pasaría de lótico a léntico (lacustre) con todo el efecto que esto implica para el plancton, los macroinvertebrados, y por ende en la cadena trófica del sistema” (Ficha ambiental, Geodata, 2016).
f) Ya no llegaría el sedimento a la llanura de inundación del río Beni aguas abajo de Rurrenabaque, que es vital para el ciclo natural del ecosistema asociado.
g) Los potenciales impactos ambientales del camino de acceso son de la misma magnitud que la presa y embalse.
Las preguntas de que se hacen los investigadores:
¿Por qué invertir tanto dinero público en los estudios de un megaproyecto cuya viabilidad es al menos tan dudosa como Cachuela Esperanza, que tardaría mucho en hacerse realidad y que no responde a las necesidades de energía del país?
¿Cuál es el marco de planificación que permite a ENDE y al Ministerio priorizar unos proyectos energéticos sobre otros? ¿Cómo se define la prioridad de los megaproyectos? ¿Hay un análisis de alternativas? ¿Por qué priorizar El Bala sobre otros proyectos hidroeléctricos en la misma cuenca del río Beni, que es la de mayor potencial del país?
¿Por qué no transparentar el proceso de toma de decisiones: abrirse al debate, basarse en un sólido soporte técnico?
¿Podrán el país y la actual gestión de Gobierno asumir el enorme costo económico, ambiental, social y político que supondrá un mega proyecto como El Bala, mal concebido y planificado?
Descargue presentación https://funsolon.files.wordpress.com/2016/10/molinaespinoza2016_elbala.pdf
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