El colapso de la mega hidroeléctrica de Xepian-Xe Namnoy en Laos ha dejado a más de un centenar de muertos y desaparecidos y miles de personas desplazadas. Esta tragedia, producto de la ambición del gobierno de Laos de exportar electricidad a toda costa, ocurre a escasos meses del desastre de la hidroeléctrica de Hidroituango en Colombia donde decenas de miles de personas han sido desplazadas y el proyecto de 5.000 millones de dólares ha sido paralizado para evitar una tragedia mayor.
En Laos y Colombia diferentes instituciones y comunidades de afectados advirtieron hace años de los graves peligros de estas mega obras. Ahora en Bolivia, a la luz de estos trágicos acontecimientos, las comunidades de afectados por los proyectos hidroeléctricos de Rositas, El Bala y Chepete le piden al Gobierno de Evo Morales y a ENDE que no juegue con el destino de los bolivianos y que hagan públicos los estudios a diseño final, los estudios geológicos, hidrológicos, económicos y de evaluación de impacto social y ambiental de las hidroeléctricas de Rositas, El Bala, Chepete, Ivirizu y Cachuela Esperanza para que entidades especializadas e independientes de las universidades, colegios de profesionales y otras instituciones las auditen y revisen para tener una valoración integral de los mismos.
Así mismo denuncian que las empresas que realizan los Estudios de Evaluación de Impacto Ambiental de las hidroeléctricas de Rositas, El Bala, Chepete e Ivirizu no son independientes y están vinculadas a ENDE (caso Rositas) o son las mismas que están haciendo los diseños finales de la represas (caso El Bala y Chepete).
Las comunidades de afectados por estas mega hidroeléctricas en Bolivia demandan que quienes realicen los Estudios de Evaluación de Impacto Ambiental de estas hidroeléctricas no sean juez y parte, y que por el contrario sean empresas y/o entidades independientes que no tengan ningún interés en la construcción de las mismas.
En su pronunciamiento señalan que actualmente en el mundo existen alternativas más económicas y de mucho menor impacto social y ambiental como son los emprendimientos eólicos, solares y pequeñas hidroeléctricas.
Por último convocan a todos los bolivianos a informarse y pronunciarse sobre estos mega proyectos hidroeléctricos, y advierten que todos los bolivianos tendrán que pagar el cuantioso endeudamiento externo que se contraiga para construirlos, y sufrirán los impactos de catástrofes como las que se están sufriendo actualmente en Laos y Colombia.
El colapso de la mega hidroeléctrica de Xepian-Xe Namnoy en Laos ha dejado a más de un centenar de muertos y desaparecidos y miles de personas desplazadas. Esta tragedia, producto de la ambición del gobierno de Laos de exportar electricidad a toda costa, ocurre a escasos meses del desastre de la hidroeléctrica de Hidroituango en Colombia donde decenas de miles de personas han sido desplazadas y el proyecto de 5.000 millones de dólares ha sido paralizado para evitar una tragedia mayor.
En Laos y Colombia diferentes instituciones y comunidades de afectados advirtieron hace años de los graves peligros de estas mega obras. Ahora en Bolivia, a la luz de estos trágicos acontecimientos, las comunidades de afectados por los proyectos hidroeléctricos de Rositas, El Bala y Chepete le piden al Gobierno de Evo Morales y a ENDE que no juegue con el destino de los bolivianos y que hagan públicos los estudios a diseño final, los estudios geológicos, hidrológicos, económicos y de evaluación de impacto social y ambiental de las hidroeléctricas de Rositas, El Bala, Chepete, Ivirizu y Cachuela Esperanza para que entidades especializadas e independientes de las universidades, colegios de profesionales y otras instituciones las auditen y revisen para tener una valoración integral de los mismos.
Así mismo denuncian que las empresas que realizan los Estudios de Evaluación de Impacto Ambiental de las hidroeléctricas de Rositas, El Bala, Chepete e Ivirizu no son independientes y están vinculadas a ENDE (caso Rositas) o son las mismas que están haciendo los diseños finales de la represas (caso El Bala y Chepete).
Las comunidades de afectados por estas mega hidroeléctricas en Bolivia demandan que quienes realicen los Estudios de Evaluación de Impacto Ambiental de estas hidroeléctricas no sean juez y parte, y que por el contrario sean empresas y/o entidades independientes que no tengan ningún interés en la construcción de las mismas.
En su pronunciamiento señalan que actualmente en el mundo existen alternativas más económicas y de mucho menor impacto social y ambiental como son los emprendimientos eólicos, solares y pequeñas hidroeléctricas.
Por último convocan a todos los bolivianos a informarse y pronunciarse sobre estos mega proyectos hidroeléctricos, y advierten que todos los bolivianos tendrán que pagar el cuantioso endeudamiento externo que se contraiga para construirlos, y sufrirán los impactos de catástrofes como las que se están sufriendo actualmente en Laos y Colombia.
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