El tercer aspecto que nos ocupa, para comprender los términos de la relación entre China y Bolivia, tiene que ver con la presencia de las empresas del país asiático en territorio boliviano. Este tema merece una aclaración previa ya que, en primera instancia, pensamos encontrar datos al respecto en los reportes que elabora el Banco Central de Bolivia sobre las Inversiones Extranjeras Directas (IED), sin embargo, nos sorprendió no encontrar datos sobre China en estos reportes. Por lo tanto, el primer punto a considerar es que la presencia de empresas chinas en Bolivia no se refiere a IED.
Para comprender este primer señalamiento, se hace necesario realizar algunos apuntes sobre las IED. A diferencia de la deuda externa, las IED competen a agentes particulares, sobre todo empresas transnacionales, que llevan a cabo inversiones extranjeras en otros países, a través de subsidiarias, empresas asociadas en el país anfitrión, y sucursales.
Según la definición de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés, las inversiones extranjeras se definen como: “una inversión que implica una relación a largo plazo y refleja un interés y control duradero de una entidad residente en una economía (inversionista directo extranjero o empresa matriz) en una empresa residente en una economía distinta de la del inversionista directo extranjero” (UNCTAD, 2008:245).
Las inversiones extranjeras son un aspecto fundamental del capitalismo global contemporáneo. Tanto la UNCTAD como el FMI, señalan que los flujos de capital privado entre países es una característica fundamental de la globalización. Por lo tanto, una tarea importante para los países es generar estadísticas y reportes claros sobre las IED y los flujos de capital, que permitan realizar un escrutinio sobre estas empresas. Entonces, ¿Qué aspectos definen o caracterizan a las IED?
Un primer elemento en el que todos los reportes sobre las IED coinciden es que, para poder considerar una inversión extranjera, la motivación del inversor directo debe ser la de “establecer una relación estratégica de largo plazo con la empresa de inversión directa para garantizar un nivel significativo de influencia por parte del inversor en la gestión de la empresa de inversión directa” (OCDE, 2010: 10). Por otra parte, para poder considerar una operación transfronteriza como IED, el inversionista directo debe adquirir por lo menos el 10% o más de las acciones de la empresa en la cual invierte y/o la capacidad de voto en la misma. A partir de esto, siguiendo la definición sobre IED del OCDE (2010) y el FMI (2009), las siguientes formas de empresas de inversión directa:
Subsidiarias: cuando la empresa extranjera adquiere más del 50% del poder del voto en la empresa residente local.
Asociadas: cuando la empresa extranjera adquiere entre el 10% y el 50% del poder de voto en la empresa residente local.
Sucursal: cuando se trata de una empresa que opera en una economía distinta de la de su país de residencia, es propiedad al 100% de su respectiva matriz.
En lo que respecta a las estadísticas de las IED, éstas son presentadas en estados que muestran: Por un lado, la posición de inversión internacional (PII) es decir, “el valor, en un momento dado, de los activos financieros de los residentes de una economía que constituyen derechos sobre activos de no residentes, y los pasivos de los residentes de una economía frente a no residentes” (FMI, 2009: 7); por otra parte, la balanza de pagos, el resumen de las transacciones económicas entre residentes y no-residentes de un país.
En suma, la primera característica de las IED a retener es que se trata de transacciones que competen principalmente a Empresas Transnacionales. De hecho, para el pensamiento económico actual predominante (neoliberal), las transacciones de este tipo son la característica fundamental de la economía mundial contemporánea. Como lo expresa un informe de la CEPAL: “las relaciones entre la IED, las actividades de las [empresas transnacionales] ETNs y el comercio internacional suelen a ser (sic) más complementarias que sustitutivas” (Duran y Ventura-Días, 2003: 9). Es por ello que, en los reportes preparados por los gobiernos, se diferencia a las IED de, por ejemplo, la deuda externa u otro tipo de transacciones internacionales, que son realizadas entre Estados y/u organismos internacionales públicos.
La necesidad de que los Estados elaboren estadísticas más precisas sobre este tipo de transacciones tiene que ver con que las IED y, por lo tanto, el denominado “comercio intrafirma” representa una parte significativa de las transacciones internacionales totales. Por lo tanto, la falta de datos precisos sobre transacciones privadas a nivel internacional, conlleva a un menor control sobre las actividades de las empresas transnacionales, ergo sobre el enriquecimiento de las mismas. Aunque, conviene señalar que la necesidad de control no es la principal motivación, tanto como la sola diferenciación de estadísticas, el punto es que, en el presente las IED son un campo particular de las transacciones globales.
Considerando los apuntes anteriores sobre las características de las IED, a continuación, exponemos, a grandes rasgos, a partir de la información expuesta en los informes del Banco Central de Bolivia, cuáles son las estadísticas de las IED chinas en Bolivia. Para ello, primero realizamos una descripción del total de los flujos y saldos de capital privado extranjero en Bolivia. Esta descripción nos permitirá dar cuenta de que, en realidad, la participación de los capitales chinos en este tipo de transacciones es casi nulo.
Un primer elemento acerca de los flujos de las IED por región y por país es que, al tratarse de inversiones privadas, son destinadas principalmente a los sectores económicos y productivos más consolidados. En este marco, por ejemplo, en Bolivia durante la última década, las principales inversiones extranjeras han estado dirigidas al sector de hidrocarburos, minería, la industria manufacturera y el sector de comunicaciones y transporte (BCB, 2016).
Esto quiere decir que el principal incentivo para el crecimiento, o no, en el flujo de IED, se subordina al nivel de las exportaciones y los precios de los principales bienes de exportación. Ello que explica, de la misma manera que entre 2012 y 2013, las exportaciones de Bolivia tuvieron un crecimiento favorable, en 2013, las IED netas alcanzaron una cifra histórica de 1.750 millones de dólares. En el mismo sentido, la caída progresiva de las exportaciones se correlaciona con la evolución negativa de los flujos de ID al país, como se observa en el gráfico a continuación.
Gráfico 11. Evolución de las entradas netas de IED en comparación con las exportaciones (en millones de dólares)
Fuente: INE y BCB Elaboración: Fundación Solón.
Nuevamente, los sectores que más se beneficiaron de estos flujos fueron: los sectores productivos y de exportación tradicional (minería e hidrocarburos); y la manufactura. Y, como señalamos en nuestro análisis sobre el comercio entre Bolivia y China, la base productiva boliviana no está diversificada. Por lo tanto, una gran parte del sector manufacturero consiste en productos de baja gama, derivados de las actividades extractivas predominantes (hidrocarburos, minería y soya).
Por otra parte, lo que nos interesa conocer y discutir en el presente documento es la participación de China en los flujos de las IED hacia Bolivia. Siguiendo con lo señalado por los reportes sobre el flujo de capitales externos del BCB, desde 2011, los capitales extranjeros que ingresaron al país fueron principalmente de procedencia europea y latinoamericana. Durante el periodo señalado, los principales flujos de IED provinieron principalmente de España, destinados sobre todo al sector de hidrocarburos; y de Suecia, destinados al sector manufacturero[1].
De hecho, en los datos de los reportes, la participación de China en los flujos de IED hacia Bolivia es prácticamente nula. Este dato resulta interesante puesto que las empresas chinas que operan en Bolivia, ejecutando diversas obras tiene sucursales y establecen asociaciones. Sin embargo, los flujos de capitales de estas empresas son mínimos, por ello la participación de este país en las IED es prácticamente nulo, en comparación con su participación en el endeudamiento externo de Bolivia y el comercio exterior.
Tabla 11. Inversión Directa: participación por país de origen
2012
%
2013
%
2014
%
2015
%
2016
%
2017
%
España
24
España
33
España
27
España
29
Perú
22
Suecia
33
Brasil
19
Suecia
17
Reino Unido
23
Francia
18
Francia
19
España
17
Suecia
12
Reino Unido
15
Perú
22
Reino Unido
13
España
15
Francia
9
Reino Unido
7
Francia
11
Francia
10
Suecia
8
Estados Unidos
9
Estados Unidos
8
Estados Unidos
6
Perú
5
Brasil
6
Estados Unidos
7
Países Bajos
6
Perú
6
Otros países
32
Otros Países
19
Otros países
12
Otros países
25
Otros países
29
Otros países
27
Total
100
Total
100
Total
100
Total
100
Total
100
Total
100
Fuente: Banco Central de Bolivia Elaboración: Fundación Solón
En el presente China se posiciona en el top cinco de los acreedores de Bolivia, y en el top 4 de los socios comerciales, siendo el principal origen de las importaciones bolivianas, pero su participación en los flujos de IED hacia Bolivia es prácticamente nulo. Esto quiere decir que no tienen lugar flujos de capitales privados chinos hacia Bolivia, sino que se trata de inversiones principalmente públicas. Entonces, la cuestión que se plantea es ¿de dónde proviene el financiamiento de las empresas chinas que operan en Bolivia?
Al respecto, otra afirmación que realizó en embajador de China en Bolivia, a raíz de una declaración previa sobre el financiamiento de las empresas chinas en Bolivia, y que nos llamó la atención fue cuando dijo que: “La situación verdadera es la siguiente: primero, actualmente el valor de contrato de los proyectos efectuados por las empresas chinas alcanza a casi 7000 millones de dólares. Lo que es diferente a que la deuda externa de Bolivia con China alcance a este monto”.
En primera instancia, pensamos que podría estarse refiriendo a las IED de las empresas chinas en Bolivia, ya que más adelante afirma que: “En la actualidad aproximadamente 60 empresas chinas operan en Bolivia, y el valor de contrato de los proyectos alcanza a casi 7000 millones de dólares”. Sin embargo, como mostramos a partir de los datos de los reportes del BCB, la participación de China en los flujos de IED en Bolivia en ínfima, y no alcanza ni al 1%.
En nuestro análisis sobre la deuda externa entre Bolivia y China la mayor preocupación tenía que ver con el endeudamiento con el país asiático: China nos presta cada vez más y el ritmo de crecimiento de la economía del país podría comprometer, en el largo plazo, la capacidad de pago de Bolivia. Pero considerando los otros aspectos de esta relación, sobre todo lo que respecta a la presencia de las empresas chinas en Bolivia, la pregunta que se plantea es ¿Quién financia a quién? Para responder a esta cuestión retomemos el dato principal de nuestro análisis sobre las empresas chinas en Bolivia, cuáles con los contratos que ejecutan que pudimos rastrear en los datos del SICOES y por qué cantidad:
Tabla 12. Muestra de proyectos contratados con empresas chinas en Bolivia
Empresa China
Entidad a cargo
Obra
Año
Entidad financiadora
Monto de contrato USD
1
China Harzone Industry Corp. Ltd.
ABC
Construcción del Puente Beni II Peña Amarilla y sus anexos
2013
TGN
25.413.013,6
2
China Railway International Group Co. Ltd.
Empresa Azucarera de San Buenaventura (EASBA)
Construcción de las obras civiles para la planta industrial de azúcar y sus derivados
2014
Banco Central de Bolivia
6.006.838,7
3
Sinopec International Petroleum Services Ecuador S.A.
ABC
Construcción de la doble vía Puente Yapacaní – Puente Ichilo
2014
FONPLATA
553.379.969,8
4
Sinohydro Corporation Limited
ABC
Construcción de la doble vía Puente Ichilo – Ivirgarzama
2014
TGN
55.452.346,36
5
Sinohydro Corporation Limited
ABC
Doble vía “el Sillar” carretera Cbba – Santa Cruz
2015
Gobierno Popular de China
426.128.655
6
Nuclear Industry Nanjing Construction Group Co. Ltd.
ABC
Construcción de la Doble vía Caracollo – Confital
2015
TGN
82.110.027
7
Asociación Accidental BGP (China National Petroleum Corporation)
YPFB
Exploración Sísmica en la Cuenca del Madre de Dios Área Nueva Esperanza Lote 1
2015
YPFB
57.740.872,81
8
Sinopec International Petroleum Services Ecuador S.A.
YPFB
Exploración Sísmica en la Cuenca del Madre de Dios Área Rio Beni
2015
YPFB
47.659.226,88
9
China CAMC Engineering Co. Ltd. Bolivia Branch
COMIBOL
Construcción, montaje y puesta en marcha de la planta industrial de sales de potasio
2015
COMIBOL-GNRE
178.967.299,3
10
China Harzone Industry Corp. Ltd.
ABC
Construcción de la doble vía al Valle Alto Final Av. Petrolera – Angostura – Paracaya
2015
TGN
65.747.810,36
11
Shezen Vicstar Co.
GAMC
Construcción del nudo viario Av. Beijing – Blanco Galindo
2015
GAMC
14.687.400,69
12
Shezen Vicstar Co. & China Railway International Group
GAMC
Construcción paso a desnivel av. 6 de agosto-Barrientos d-6
2015
GAMC
9.288.165,39
13
China Railway International Group Co. Ltd.
ABC
Construcción carretera Rurrenabaque – Riberalta
2016
EXIM BANK China
57.941.069,16
14
China Harzone Industry Corp. Ltd.
ABC
Construcción de la carretera Porvenir – Puerto Rico Tramo IA
2016
CAF
73.176.144,4
15
China Harzone Industry Corp. Ltd.
ABC
Construcción de la carretera Porvenir – Puerto Rico Tramo IB
2016
CAF
81.720.291,49
16
Sinopec International Petroleum Services Ecuador S.A.
ABC
Construcción del puente San Buenaventura y sus accesos
2016
TGN
16.296.275,63
17
Sinopec International Petroleum Services Ecuador S.A.
YPFB
Adquisición Sísmica 2D y procesamiento en el Área San Telmo
2016
YPFB
10.233.989,97
18
Power Petroleum International
YPFB
Servicio de Fluidos y Terminación para el pozo YRA-X1
2016
YPFB
624.265,3
19
China Harzone Industry Corp. Ltd. & CCCC Second Highway Engineering Co. Ltd.
ABC
Construcción de la carretera San Borja – San Ignacio de Moxos
Entidad Ejecutora de Medio Ambiente y Agua (EMAGUA)
Construcción del proyecto multipropósito de agua potable Batallas, Pucarani, El Alto.
2018
BID
110.236.342,4
24
Chinar Harbour Engineering Co.
ABC
Rehabilitación y cumplimiento de estándares de la ruta 09 Santa Cruz – Trinidad – San Javier; y Ruta 03 Puerto Varador – Trinidad
2018
TGN
27.371.568,6
25
Shenzen Vicstar Imp. & Exp. Co. Ltd. & Baye of China Sucursal Bolivia
COMIBOL
Planta de tratamiento de aguas ácidas de mina
2018
COMIBOL
1.346.933,46
TOTAL (al tipo de cambio 2018)
3.265.130.726
Fuente: SICOES Elaboración: Fundación Solón
De los datos que pudimos identificar, China ejecutó, ejecuta y ejecutará 25 contratos en diversas áreas, sobre todo en infraestructura caminera, por un valor de 3.265 millones de dólares. De los 25 contratos identificados en nuestra muestra, tan sólo 2 tienen un financiamiento de China, del gobierno de la República Popular y del Exim Bank. El resto proviene del propio Estado Boliviano y de entidades financieras internacionales.
Ahora bien, esto no quiere decir que el financiamiento de China sea menospreciable. De hecho, en el gráfico a continuación se observa que los 3 proyectos financiados por China comprenden el 31% del total del monto de los contratos. Mientras que los restantes 23 proyectos financiados por el Estado boliviano y las entidades financieras internacionales suman el 69%.
Gráfico 12. ¿Quién financia a las empresas chinas en Bolivia?
Fuente: SICOES Elaboración: Fundación Solón
Sin embargo, en términos de proporción, queda claro que más de la mitad del financiamiento que reciben las empresas chinas en Bolivia proviene del Estado boliviano y de las entidades financieras internacionales. Si se realiza la sustracción correspondiente, de la muestra de proyectos que identificamos, 2.260 millones de dólares provienen del Estado boliviano y de las entidades financieras internacionales.
Por otra parte, hay que considerar que esta muestra no comprende otras áreas donde operan las empresas chinas, como la minería, por ejemplo. Y, tampoco se debe perder de vista el hecho que las inversiones directas de estas empresas en el país son bastante reducidas, sino nulas, siendo que se trata de empresas estatales.
En suma, lo que nos interesa apuntar en esta sección es que, pese a que la participación de China en las estadísticas de las IED en Bolivia es casi nula, las empresas chinas -que además son estatales- ejecutan una cantidad significativa de proyectos. Es decir, la apertura de sucursales en el país, para poder participar en licitaciones públicas, no conlleva a inversiones de capital como las descritas al inicio del presente apartado. Por otro lado, si bien una parte de la participación de las empresas chinas devela la lógica de financiamiento/inversión del país asiático (recupera su inversión/créditos a partir de condicionar al país prestatario a contratar empresas chinas para las obras que financia), se trata de una parte minoritaria. La mayor parte de las obras que ejecutan empresas estatales chinas en el país son financiadas por el Estado boliviano y por otras entidades financieras.
[1] La principal empresa española en realizar las inversiones del tipo señalado, es Repsol; mientras que, para el caso de Suecia, se trata de la empresa Tetra Pak.
El tercer aspecto que nos ocupa, para comprender los términos de la relación entre China y Bolivia, tiene que ver con la presencia de las empresas del país asiático en territorio boliviano. Este tema merece una aclaración previa ya que, en primera instancia, pensamos encontrar datos al respecto en los reportes que elabora el Banco Central de Bolivia sobre las Inversiones Extranjeras Directas (IED), sin embargo, nos sorprendió no encontrar datos sobre China en estos reportes. Por lo tanto, el primer punto a considerar es que la presencia de empresas chinas en Bolivia no se refiere a IED.
Para comprender este primer señalamiento, se hace necesario realizar algunos apuntes sobre las IED. A diferencia de la deuda externa, las IED competen a agentes particulares, sobre todo empresas transnacionales, que llevan a cabo inversiones extranjeras en otros países, a través de subsidiarias, empresas asociadas en el país anfitrión, y sucursales.
Según la definición de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés, las inversiones extranjeras se definen como: “una inversión que implica una relación a largo plazo y refleja un interés y control duradero de una entidad residente en una economía (inversionista directo extranjero o empresa matriz) en una empresa residente en una economía distinta de la del inversionista directo extranjero” (UNCTAD, 2008:245).
Las inversiones extranjeras son un aspecto fundamental del capitalismo global contemporáneo. Tanto la UNCTAD como el FMI, señalan que los flujos de capital privado entre países es una característica fundamental de la globalización. Por lo tanto, una tarea importante para los países es generar estadísticas y reportes claros sobre las IED y los flujos de capital, que permitan realizar un escrutinio sobre estas empresas. Entonces, ¿Qué aspectos definen o caracterizan a las IED?
Un primer elemento en el que todos los reportes sobre las IED coinciden es que, para poder considerar una inversión extranjera, la motivación del inversor directo debe ser la de “establecer una relación estratégica de largo plazo con la empresa de inversión directa para garantizar un nivel significativo de influencia por parte del inversor en la gestión de la empresa de inversión directa” (OCDE, 2010: 10). Por otra parte, para poder considerar una operación transfronteriza como IED, el inversionista directo debe adquirir por lo menos el 10% o más de las acciones de la empresa en la cual invierte y/o la capacidad de voto en la misma. A partir de esto, siguiendo la definición sobre IED del OCDE (2010) y el FMI (2009), las siguientes formas de empresas de inversión directa:
En lo que respecta a las estadísticas de las IED, éstas son presentadas en estados que muestran: Por un lado, la posición de inversión internacional (PII) es decir, “el valor, en un momento dado, de los activos financieros de los residentes de una economía que constituyen derechos sobre activos de no residentes, y los pasivos de los residentes de una economía frente a no residentes” (FMI, 2009: 7); por otra parte, la balanza de pagos, el resumen de las transacciones económicas entre residentes y no-residentes de un país.
En suma, la primera característica de las IED a retener es que se trata de transacciones que competen principalmente a Empresas Transnacionales. De hecho, para el pensamiento económico actual predominante (neoliberal), las transacciones de este tipo son la característica fundamental de la economía mundial contemporánea. Como lo expresa un informe de la CEPAL: “las relaciones entre la IED, las actividades de las [empresas transnacionales] ETNs y el comercio internacional suelen a ser (sic) más complementarias que sustitutivas” (Duran y Ventura-Días, 2003: 9). Es por ello que, en los reportes preparados por los gobiernos, se diferencia a las IED de, por ejemplo, la deuda externa u otro tipo de transacciones internacionales, que son realizadas entre Estados y/u organismos internacionales públicos.
La necesidad de que los Estados elaboren estadísticas más precisas sobre este tipo de transacciones tiene que ver con que las IED y, por lo tanto, el denominado “comercio intrafirma” representa una parte significativa de las transacciones internacionales totales. Por lo tanto, la falta de datos precisos sobre transacciones privadas a nivel internacional, conlleva a un menor control sobre las actividades de las empresas transnacionales, ergo sobre el enriquecimiento de las mismas. Aunque, conviene señalar que la necesidad de control no es la principal motivación, tanto como la sola diferenciación de estadísticas, el punto es que, en el presente las IED son un campo particular de las transacciones globales.
Considerando los apuntes anteriores sobre las características de las IED, a continuación, exponemos, a grandes rasgos, a partir de la información expuesta en los informes del Banco Central de Bolivia, cuáles son las estadísticas de las IED chinas en Bolivia. Para ello, primero realizamos una descripción del total de los flujos y saldos de capital privado extranjero en Bolivia. Esta descripción nos permitirá dar cuenta de que, en realidad, la participación de los capitales chinos en este tipo de transacciones es casi nulo.
Un primer elemento acerca de los flujos de las IED por región y por país es que, al tratarse de inversiones privadas, son destinadas principalmente a los sectores económicos y productivos más consolidados. En este marco, por ejemplo, en Bolivia durante la última década, las principales inversiones extranjeras han estado dirigidas al sector de hidrocarburos, minería, la industria manufacturera y el sector de comunicaciones y transporte (BCB, 2016).
Esto quiere decir que el principal incentivo para el crecimiento, o no, en el flujo de IED, se subordina al nivel de las exportaciones y los precios de los principales bienes de exportación. Ello que explica, de la misma manera que entre 2012 y 2013, las exportaciones de Bolivia tuvieron un crecimiento favorable, en 2013, las IED netas alcanzaron una cifra histórica de 1.750 millones de dólares. En el mismo sentido, la caída progresiva de las exportaciones se correlaciona con la evolución negativa de los flujos de ID al país, como se observa en el gráfico a continuación.
Gráfico 11. Evolución de las entradas netas de IED en comparación con las exportaciones (en millones de dólares)
Elaboración: Fundación Solón.
Nuevamente, los sectores que más se beneficiaron de estos flujos fueron: los sectores productivos y de exportación tradicional (minería e hidrocarburos); y la manufactura. Y, como señalamos en nuestro análisis sobre el comercio entre Bolivia y China, la base productiva boliviana no está diversificada. Por lo tanto, una gran parte del sector manufacturero consiste en productos de baja gama, derivados de las actividades extractivas predominantes (hidrocarburos, minería y soya).
Por otra parte, lo que nos interesa conocer y discutir en el presente documento es la participación de China en los flujos de las IED hacia Bolivia. Siguiendo con lo señalado por los reportes sobre el flujo de capitales externos del BCB, desde 2011, los capitales extranjeros que ingresaron al país fueron principalmente de procedencia europea y latinoamericana. Durante el periodo señalado, los principales flujos de IED provinieron principalmente de España, destinados sobre todo al sector de hidrocarburos; y de Suecia, destinados al sector manufacturero[1].
De hecho, en los datos de los reportes, la participación de China en los flujos de IED hacia Bolivia es prácticamente nula. Este dato resulta interesante puesto que las empresas chinas que operan en Bolivia, ejecutando diversas obras tiene sucursales y establecen asociaciones. Sin embargo, los flujos de capitales de estas empresas son mínimos, por ello la participación de este país en las IED es prácticamente nulo, en comparación con su participación en el endeudamiento externo de Bolivia y el comercio exterior.
Tabla 11. Inversión Directa: participación por país de origen
Elaboración: Fundación Solón
En el presente China se posiciona en el top cinco de los acreedores de Bolivia, y en el top 4 de los socios comerciales, siendo el principal origen de las importaciones bolivianas, pero su participación en los flujos de IED hacia Bolivia es prácticamente nulo. Esto quiere decir que no tienen lugar flujos de capitales privados chinos hacia Bolivia, sino que se trata de inversiones principalmente públicas. Entonces, la cuestión que se plantea es ¿de dónde proviene el financiamiento de las empresas chinas que operan en Bolivia?
Al respecto, otra afirmación que realizó en embajador de China en Bolivia, a raíz de una declaración previa sobre el financiamiento de las empresas chinas en Bolivia, y que nos llamó la atención fue cuando dijo que: “La situación verdadera es la siguiente: primero, actualmente el valor de contrato de los proyectos efectuados por las empresas chinas alcanza a casi 7000 millones de dólares. Lo que es diferente a que la deuda externa de Bolivia con China alcance a este monto”.
En primera instancia, pensamos que podría estarse refiriendo a las IED de las empresas chinas en Bolivia, ya que más adelante afirma que: “En la actualidad aproximadamente 60 empresas chinas operan en Bolivia, y el valor de contrato de los proyectos alcanza a casi 7000 millones de dólares”. Sin embargo, como mostramos a partir de los datos de los reportes del BCB, la participación de China en los flujos de IED en Bolivia en ínfima, y no alcanza ni al 1%.
En nuestro análisis sobre la deuda externa entre Bolivia y China la mayor preocupación tenía que ver con el endeudamiento con el país asiático: China nos presta cada vez más y el ritmo de crecimiento de la economía del país podría comprometer, en el largo plazo, la capacidad de pago de Bolivia. Pero considerando los otros aspectos de esta relación, sobre todo lo que respecta a la presencia de las empresas chinas en Bolivia, la pregunta que se plantea es ¿Quién financia a quién? Para responder a esta cuestión retomemos el dato principal de nuestro análisis sobre las empresas chinas en Bolivia, cuáles con los contratos que ejecutan que pudimos rastrear en los datos del SICOES y por qué cantidad:
Tabla 12. Muestra de proyectos contratados con empresas chinas en Bolivia
Elaboración: Fundación Solón
De los datos que pudimos identificar, China ejecutó, ejecuta y ejecutará 25 contratos en diversas áreas, sobre todo en infraestructura caminera, por un valor de 3.265 millones de dólares. De los 25 contratos identificados en nuestra muestra, tan sólo 2 tienen un financiamiento de China, del gobierno de la República Popular y del Exim Bank. El resto proviene del propio Estado Boliviano y de entidades financieras internacionales.
Ahora bien, esto no quiere decir que el financiamiento de China sea menospreciable. De hecho, en el gráfico a continuación se observa que los 3 proyectos financiados por China comprenden el 31% del total del monto de los contratos. Mientras que los restantes 23 proyectos financiados por el Estado boliviano y las entidades financieras internacionales suman el 69%.
Gráfico 12. ¿Quién financia a las empresas chinas en Bolivia?
Elaboración: Fundación Solón
Sin embargo, en términos de proporción, queda claro que más de la mitad del financiamiento que reciben las empresas chinas en Bolivia proviene del Estado boliviano y de las entidades financieras internacionales. Si se realiza la sustracción correspondiente, de la muestra de proyectos que identificamos, 2.260 millones de dólares provienen del Estado boliviano y de las entidades financieras internacionales.
Por otra parte, hay que considerar que esta muestra no comprende otras áreas donde operan las empresas chinas, como la minería, por ejemplo. Y, tampoco se debe perder de vista el hecho que las inversiones directas de estas empresas en el país son bastante reducidas, sino nulas, siendo que se trata de empresas estatales.
En suma, lo que nos interesa apuntar en esta sección es que, pese a que la participación de China en las estadísticas de las IED en Bolivia es casi nula, las empresas chinas -que además son estatales- ejecutan una cantidad significativa de proyectos. Es decir, la apertura de sucursales en el país, para poder participar en licitaciones públicas, no conlleva a inversiones de capital como las descritas al inicio del presente apartado. Por otro lado, si bien una parte de la participación de las empresas chinas devela la lógica de financiamiento/inversión del país asiático (recupera su inversión/créditos a partir de condicionar al país prestatario a contratar empresas chinas para las obras que financia), se trata de una parte minoritaria. La mayor parte de las obras que ejecutan empresas estatales chinas en el país son financiadas por el Estado boliviano y por otras entidades financieras.
[1] La principal empresa española en realizar las inversiones del tipo señalado, es Repsol; mientras que, para el caso de Suecia, se trata de la empresa Tetra Pak.
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