
La Contribución Nacionalmente Determinada (CND) de Bolivia no comprende todos los componentes que hacen al sector de energía sino sólo aquellos que están ligados a la generación de electricidad. El transporte, el uso de hidrocarburos en los procesos de industrialización, las emisiones fugitivas y otros representan el 12,61% de las emisiones totales, mientras el subsector de electricidad alcanza un 3,36% de las emisiones de GEI de Bolivia.
3.1 La “contribución” en el sector de generación eléctrica
Según la CND, las energías renovables pasarían de 39% a 79% entre el año 2010 y el año 2030, multiplicándose por 7,2 veces la potencia instalada de 2010 con un incremento de 11.762 MW.


La CND de Bolivia no detalla las características de las energías renovables que conformarían los 9.942 MW adicionales de potencia instalada hasta el año 2030. En el documento sólo existe la siguiente referencia genérica, en la que el gobierno de Bolivia incluye dentro de las energías renovables a las grandes centrales hidroeléctricas y a las termoeléctricas de ciclo combinado que funcionan con gas natural.
“Cambio y diversificación de la matriz energética con el crecimiento de energías renovables a través de la construcción de hidroeléctricas (pequeñas y medianas centrales hidroeléctricos, grandes centrales hidroeléctricas y multipropósito), así como impulso a las energías alternativas (eólica, biomasa, geotérmica y solar), y uso de otras fuentes de energía (vapor ciclo combinado)” (NDC Bolivia, p. 10, 2016).
3.2 Megahidroeléctricas
El incremento de “energías renovables” que anuncia el gobierno de Bolivia se dará principalmente a través de megahidroeléctricas, según diferentes informes del Ministerio de Energía y la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE).

Los embalses de estas megahidroeléctricas provocarán inundaciones de gran envergadura en zonas boscosas de importante biodiversidad como la Amazonía. Sólo tres de estas megahidroeléctricas, que representan el 46% del total de potencia hidroeléctrica prevista que se pretende instalar, inundarán 1.196 km2 según los estudios encargados por el gobierno de Bolivia a las empresas Geodata de Italia y Eptisa de España. Una inundación de 1.196 km2 es igual a a veinte veces la superficie de la isla de Manhattan, dos veces el lago Lemán de Suiza o siete veces la mancha urbana de la ciudad de La Paz.

Los embalses de represas en zonas tropicales emiten gas metano (CH4) por la descomposición de la materia orgánica que es inundada. Este gas es 25 veces más potente que el dióxido de carbono (CO2). Los embalses en zonas tropicales pueden producir más del doble de las emisiones que las plantas de generación eléctrica a carbón y cuatro veces más que las termoeléctricas que funciona a gas natural.

Fuente: International Rivers, 2008[1].
Si tomamos un parámetro de 2kg de CO2eq por kWh, megahidroeléctricas en la Amazonía como las del Chepete y El Bala emitirían durante sus primeros años alrededor de 35 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente, que representan alrededor de un 25% de las emisiones de Bolivia en el año 2014.
Es de destacar que los estudios de Geodata y Eptisa sobre el Chepete, El Bala y Rositas no incluyen cuantificaciones de los Gases de Efecto Invernadero que producirían dichas megahidroeléctricas. Hasta la fecha no se cuenta con los Estudios de Evaluación de Impacto Ambiental de estas megahidroeléctricas y los procesos de consulta para el consentimiento libre, previo e informado han sido incumplidos por el gobierno de Bolivia.
Las megahidroeléctricas que son la piedra angular de la CND de Bolivia no pueden ser consideradas fuentes de energía renovable, puesto que incrementarían significativamente las emisiones de GEI, aparte de provocar otros graves impactos ambientales y sociales.
3.3 Termoeléctricas de ciclo combinado
El gobierno de Bolivia incluye en su CND a las termoeléctricas de ciclo combinado, que funcionan a gas natural y vapor de agua como energías renovables, e incluso las coloca como energías alternativas al igual que la solar y la eólica. Sin embargo, las termoeléctricas de ciclo combinado producen 0,54 kilogramos de CO2 por kWh, es decir sólo un 20% menos que las termoeléctricas convencionales.
Las termoeléctricas de ciclo combinado de 1.000 MW de potencia que están ya en construcción en Bolivia generarían 6.000 GWh al año, lo que significa aproximadamente emisiones de 3,2 millones de toneladas de CO2. A esto es necesario añadir las emisiones de óxidos nitrosos (NOx) que producen todas las termoeléctricas y que contribuyen a la generación de lluvias ácidas.
Las termoeléctricas de ciclo combinado son más eficientes que las convencionales, pero siguen siendo energías a base de combustibles fósiles y no pueden ser incluidas como energías renovables, y menos como energías alternativas junto a la solar y eólica.
3.4 Corazón energético de Sudamérica
El gobierno, a través de este modelo de nuevas megahidroeléctricas (9.140 MW) y termoeléctricas (1.000 MW), busca hacer de Bolivia el corazón energético de Sudamérica (Agenda Patriótica 2025). Según datos de la CND de Bolivia, el año 2030, el 67% de la generacion electrica se destinaria a la exportacion, a los paises vecinos.

La argumentación del gobierno es que no se puede privar a Bolivia de una oportunidad de desarrollo económico a través de la exportación de energía eléctrica, siendo que dicho país es uno de los que menos ha contribuido al cambio climático en el planeta. Sin embargo, de la revisión de los estudios económicos de las megahidroeléctricas de El Bala, Chepete y Rositas se puede constatar que sus costos de generación serían más altos que los precios promedios de compra de la última década en Brasil. El costo energía del Chepete sería de 55 USD/MWh, El Bala 81 USD/MWh y el costo emonómico de Rositas 74 USD/MWh.
El Ministro de Hidrocarburos y Energía de Bolivia afirmó el 29 de octubre de 2016 que: “el precio de compra en Brasil por generación de hidroeléctricas entre el 2005 a 2016 tiene un precio de USD/52MWh” [2]. Para que las megahidroeléctricas de Bolivia sean rentables, los precios de compra en Brasil deben subir por encima de los 70 a 85 USD/MWh. Eso no es seguro que ocurra en el actual escenario de expansión de energías alternativas en la región.
La Agencia Nacional de Energía Eléctrica de Brasil (ANEEL) informó que el pasado 4 de abril de 2018 a través de una subasta*, se adjudicaron 4 proyectos eólicos por un total de 114,4 MW a un precio de 20,35 USD/MWh, y 29 proyectos solares fotovoltaicos de 806,6 MW de capacidad a un precio de 35,55 USD/MWh[3]. Estos proyectos deberán empezar a producir energía eléctrica a partir del 1 de enero de 2022, mucho antes de que se concluya cualquier de las megahidroeléctricas que planifica Bolivia.
En el caso de Argentina, a fines de 2017 se adjudicaron dos parques eólicos de 140,4 MW a un precio de 38,90 USD/MWh, y a nivel fotovoltaico se contrataron proyectos a un promedio de 43,5 USD/MWh[4].
El informe: “Subastas de Energía Renovable y proyectos ciudadanos participativos”, elaborado por Renewable Energy Policy Network for the 21st Century (REN21), señala que el año 2016 “Perú contrató energía procedente de 162 MW de parques eólicos a un precio medio de 37,49 USD/MWh, y energía solar procedente de 184,5 MW huertos fotovoltaicos a un precio medio de 47,98 USD/MWh”[5].
* Subasta Nº 01 de 2018 (“A-4”)
[1] Comparación de las emisiones por kilovatio-hora (gCO2 eq/kWh) para diversas fuentes de energía. La barra del embalse tropical representa el promedio de emisión neto del embalse en tres embalses brasileños (Tucuruí, Curuá Una y Samuel). La barra de embalse boreal representa la media de las emisiones brutas de cinco embalses de Canadá (Sainte-Marguerite, Churchill/Nelson, Manic Complex, La Grande Complex, Churchill Falls). La barra de represa en el curso del río se refiere al embalse Wohlensee en Suiza. Las emisiones de los embalses incluyen emisiones de dióxido de carbono y de metano, pero no de óxido nitroso. Se utiliza un Potencial de Calentamiento Global 21 a 100 años para convertir el impacto del metano al equivalente de dióxido de carbono (CO2 eq).
[2]https://www.hidrocarburos.gob.bo/index.php/component/content/featured.html?id=featured&start=220&Itemid=437
[3] https://www.pv-magazine-latam.com/2018/04/04/brasil-cierra-la-subasta-a-4-con-precios-mas-bajos-de-su-historia/
[4] http://www.energiaestrategica.com/en-detalle-los-precios-record-que-arrojaron-las-ultimas-subastas-en-latinoamerica/
[5] http://www.ren21.net/wp-content/uploads/2017/09/LAC-Report_ES_web.pdf
Pingback: Introducción: Inconsecuencia Climática – Fundación Solón
Pingback: TUNUPA 106: Inconsecuencia Climática – Fundación Solón
Pingback: ¿Qué dice la contribución de Bolivia para cambio climático? – Observatorio Boliviano de Cambio Climático y "Desarrollo"