¿Cuáles son las proyecciones de la demanda de litio a nivel mundial?
La pandemia ha mostrado que el futuro es todo menos predecible. Todas las proyecciones están sujetas a una serie de variables de carácter sanitario, económico, ambiental, político, social, entre otras. Según la fuente y el año del estudio las proyecciones pueden variar significativamente.
En general, todos los estudios coinciden en que el principal motor del consumo serán los vehículos eléctricos que podrían multiplicar por 14 la demanda de carbonato de litio equivalente (LCE) hasta el final de la década (2030) en relación al año 2019. Los vehículos eléctricos de representar un 31% de la demanda de LCE en el 2019 podrían pasar a constituir casi el 80% de la demanda para 2030.
Por otro lado, el hidróxido de litio que en 2019 representa tan sólo el 22% de LCE se multiplicaría por 10 hasta el final de la década y pasaría a significar un poco más de la mitad de la oferta de litio.

¿Cuál es la situación de los otros minerales que requiere un vehículo eléctrico?
Las baterías de ion litio y los autos eléctricos no están hechos sólo de litio. En consecuencia, la demanda de litio puede ser afectada por un desarrollo más lento o escases de otros minerales. Un vehículo eléctrico requiere de cobre, níquel, manganeso, cobalto, grafito, cromo y otros minerales. La siguiente gráfica muestra la cantidad de kg que se necesita de cada uno de estos minerales para la fabricación de un vehículo eléctrico.

Varios de estos minerales como el cobalto, el cromo y el manganeso son considerados ya críticos.
El futuro de la demanda del litio también depende de los impactos socio ambientales que puede producir una sobreexplotación del litio en diferentes territorios donde se encuentra. Considerar al litio sólo como una materia prima llevará a reproducir los ciclos de extractivismo sufridos por otros minerales.
Pingback: TUNUPA 116: El ABC del litio